Los cambios a la hora de usar el espacio doméstico son los que ayudan al impulso de la demanda de los servicios de trasteros y hace que sea una gran oportunidad para las empresas que se dedican a este negocio, un sector que en nuestro país ha crecido mucho. Los trasteros tienen una gran relevancia en el estilo de vida actual. Esta tendencia tuvo su origen en Estados Unidos en torno a la década de los 90 y en los últimos años, el negocio ha experimentado un importante crecimiento en España.
Los trasteros, a diferencia de las viviendas, requieren una inversión inicial mucho más reducida. Mientras el coste medio de adquisición de una vivienda se sitúa en una media de 200.000 euros, en el caso de un trastero se pueden encontrar partiendo del entorno de 5.000 euros. Son por lo tanto activos mucho más adecuados para el bolsillo del pequeño ahorrador.
Según Fedessa, la patronal europea del sector, España contaba en 2022 con un 10,5% por ciento del mercado europeo de self storage. Con 580 centros de alquiler de trasteros, el nuestro es el tercer mayor mercado del continente, solo por detrás de Reino Unido (38,6%) y Francia (11,8%). La oferta no ha dejado de crecer y abarca espacios desde 1 metro cuadrado a 20 o 30 metros cuadrados, enfocada tanto a particulares como pequeñas empresas y autónomos.
¿Por qué es rentable invertir en trasteros?
Un servicio muy demandado. El autoservicio de almacenaje es muy demandado por clientes particulares y por autónomos. Se trata de una solución adaptada a las necesidades de quienes necesitan contar con un espacio en alquiler para guardar material de forma ocasional o estable. El dueño de una vivienda, por ejemplo, puede necesitar un espacio para guardar los muebles mientras realiza una mudanza. Pero este autoservicio también ofrece una solución práctica a aquellos emprendedores que necesitan contar con un espacio de almacén para guardar material en un entorno seguro. Quizá sea el dueño de una tienda online quien necesite almacenar el stock de este punto de venta. Por tanto, este tipo de servicio resulta flexible porque se adapta a las necesidades del público objetivo. Además, recuerda que existen trasteros de distintos tamaños según las necesidades de cada cliente.
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Poca oferta y mucha demanda. Esta es una de las razones por las que este es un excelente momento para invertir en self storage. La demanda ante este servicio es elevada, puesto que cubre una necesidad muy importante en relación con el estilo de vida actual. Ante la limitación del espacio de almacenaje en casas pequeñas, que no cuentan con la capacidad necesaria para guardar todo lo deseado, este medio hace posible ese objetivo. Es un sector rentable, puesto que la elevada demanda de esta oferta garantiza la ocupación habitual de los espacios puestos en alquiler.
Almacenaje seguro. Los clientes no solo cuentan con un espacio que pueden gestionar de forma autónoma, con un objetivo práctico en cada caso concreto, sino que, a su vez, ese espacio está perfectamente protegido con medidas de seguridad durante todos los días del año. Además, el punto de entrada está perfectamente comunicado con una zona de parking que resulta muy cómoda. Existen clientes que, cuando deciden dónde quieren guardar sus productos, valoran que el lugar sea tanto seguro y como accesible para el usuario.
Reducción de gastos. Existe una razón económica por la que este servicio tiene un importante potencial de crecimiento hoy en día, como puedes observar. El cliente utiliza este servicio durante el tiempo que lo necesita. Este hecho implica un importante ahorro porque, por ejemplo, solo pagará este almacenamiento durante el periodo en el que precise tener un espacio práctico para almacenar un material determinado. El usuario no tiene que pagar por un espacio mayor del que en realidad necesita ni tampoco tenerlo durante más días. La personalización en el servicio es uno de los factores que añade calidad a esta fórmula.
Cerca de casa o de la oficina. Este espacio de almacenamiento no está situado en el interior de la vivienda, sin embargo, sí se encuentra cerca de ella al estar ubicado en el entorno próximo al hogar. De este modo, el usuario puede acceder al lugar en el que guarda sus cosas con mucha facilidad. Esta cercanía aporta valor a una vivienda o a un negocio. Por ejemplo, imagina el orden que gana en su casa aquella familia que disfruta de este servicio.