El salón de baile del Odd Fellow Palace de Copenhague, Dinamarca, estaba abarrotado el 14 de septiembre pasado. Los asistentes al evento no bailaban al son de un cuarteto de cuerda sino de la maza del subastador de Stack's Bowers Galleries, una casa de subastas especializada en numismática.
Coleccionistas y comerciantes de todo el mundo tuvieron la oportunidad de pujar por la primera parte de la famosa Colección Lars Emil Bruun compuesta por 286 lotes de monedas escandinavas. Al terminar había alcanzado un valor de 14.820.900 euros, el máximo de todo este año. En Uppers pudimos comprobar cómo eran las monedas más caras vendidas en subastas en 2024.
La expectación ante la subasta de esta colección del magnate danés Lars Emil Bruun, que había estado almacenada en un lugar secreto, era máxima. Entre el ingente número de piezas que se sacaron a la luz, algunas de ellas nunca vistas, y la cantidad de pujadores que acudieron al evento en Copenhague, tanto en persona como los que se conectaron online, hicieron que la subasta durase 8 horas.
No solo se alargó y se intensificó cada puja, sino que el público no podía evitar aplaudir cuando finalizaba para liberar la tensión que se había generado. Así, la subasta ha sido definida por los expertos en numismática “como un acontecimiento verdaderamente histórico para el mercado mundial de monedas”.
La subasta solo ha sido el primer acto para deshacer el “hechizo” que envuelve a esta gigantesca colección. Todo empezó cuando Lars Emil Bruun (1852-1923), nacido en la pequeña localidad danesa de Havdrup, empezó a fabricar mantequilla de primera calidad y después a exportarla haciéndose millonario. Fue un pionero en la conservación y el enlatado, lo que permitió que su mantequilla pudiera degustarse en todo el mundo.
Además de adquirir propiedades inmobiliarias, comenzó a acumular medallas, monedas y billetes de Dinamarca, Suecia y Noruega hasta reunir cerca de 20.000 piezas escandinavas. También se hizo con monedas medievales de la época en que los reyes daneses gobernaban en Inglaterra. La pasión por el coleccionismo de Lars Emil Bruun le llevó a fundar, junto a otros coleccionistas y expertos, la Sociedad Numismática Danesa.
Cuando Bruun tenía 62 años estalló la Primera Guerra Mundial. Al terminar el conflicto bélico en noviembre de 1918, y tras comprobar los estragos ocasionados, decidió ceder parte de su fortuna a su país por un siglo. De este modo, transformó su testamento en una especie de hechizo donde determinó que su enorme y valiosa colección de monedas y medallas pasaría a funcionar por un periodo de 100 años como “reserva de emergencia” para la Colección Real de Monedas y Medallas de Dinamarca. A su vez, estableció que si pasado ese tiempo su colección seguía intacta, podía sacarse a subasta pública y ya entonces sus descendientes directos cobrarían los beneficios obtenidos.
El 21 de noviembre de 2023 expiró el plazo fijado para mantener la colección en reserva. Ese mismo día, pero de 1923, falleció Bruun dejándola meticulosamente ordenada en cuatro grandes gabinetes hechos a medida para albergar casi 20.000 piezas. Durante mucho tiempo se mantuvieron al norte de Copenhague en el castillo de Fredensborg, antigua residencia real y actual Museo de Historia Nacional, y en 2011 el Banco Central Danés trasladó todo a un lugar secreto.
El siguiente paso fue realizar la entrega de todo el conjunto de piezas a la casa de subastas estadounidense Stack's Bowers Galleries para que llevara a cabo una valoración. La colección se aseguró por 66,7 millones de euros. También se anunció que no se sacaría a subasta todo el conjunto sino que se realizaría por bloques. Tal como han definido fuentes Stack's Bowers Galleries, la primera subasta ha sido un hito histórico, pues el valor de venta alcanzado casi llega a los 15 millones de euros.
Una de las monedas del primer bloque que se sacó a subasta de la Colección Lars Emil Bruun es una pieza gótica de oro danesa, el Noble de Oro de Juan I del año 1496. Se trata de la primera moneda que se acuñó en este metal en Dinamarca, por tanto, es una de las unidades escandinavas más antiguas y también es una de las más hermosas.
Los expertos subrayan que la Noble de Oro de Juan I de 1496 es “extremadamente” rara y el NGC (Numismatic Guaranty Corporation), el mayor servicio de clasificación independiente de monedas del mundo, la clasificó como AU-55, una nomenclatura donde las letras significan About Uncirculated o casi sin circular y la cifra hace referencia a que “el desgaste está presente en menos del 50% de la pieza”. Tras finalizar su puja, el nuevo dueño de una de las monedas escandinavas más antiguas la atesoró en su colección por 1,2 millones de euros, un valor que nunca había conseguido en una subasta una moneda escandinava.
Otra de las monedas vendidas fue una pieza de 10 Ducados de Gluckstadt del año 1623 calificada por NGC como AU-53 y que casi duplicó su precio de salida inicial tras venderse en 504.000 euros. Igualmente, la moneda de 10 ducados de Federico III que está datada entre los años 1668 y 1669 duplicó su precio al adjudicarse a su nuevo dueño por 444.000 euros. Por su parte, la pieza de 2 Speciedaler acuñada en Noruega en 1661 calificada por NGC como AU-58, y que hasta el momento se considera una unidad única en manos privadas, se cerró en subasta por 432.000 euros.
Durante el evento celebrado en el Odd Fellow Palace de Copenhague también se subastaron otras rarezas y piezas únicas como el primer ducado acuñado en Noruega en 1660 por la Casa de la Moneda de Christiania durante el reinado de Federico III; un cuádruple Speciedaler de 1644 también acuñado por la Casa de la Moneda de Christiania cuando reinaba Christian IV; un ducado de Carlos X Gustavo de Suecia de 1657; una Riksdaler del canciller de Suecia Axel Oxenstierna, Conde de Södermanland, acuñada entre 1633 y 1634 extremadamente raro; o una moneda de 4 ducados de Karl XIV Johan de 1838 de la Casa de la Moneda de Estocolmo.
Por su parte, recientemente Stack's Bowers Galleries ha anunciado que la próxima subasta de la Colección Lars Emil Bruun se llevará a cabo del 13 al 16 de marzo de 2025 en el Hotel Baur au Lac en Zúrich, Suiza. En ese momento saldrá a la luz otro pedazo de historia de los países escandinavos contada a través de sus monedas tal como subrayan los expertos que han tenido la suerte de ver la colección completa.