Las cartillas y los bancos: Carlos San Juan sigue luchando para que no desaparezcan y sean sin comisiones
Carlos San Juan, jubilado, es autor de la campaña 'Soy mayor, no idiota: "Para muchos mayores la cartilla es vital"
Denuncia que algunos bancos ya no emiten cartillas, mientras que otros cobran comisiones por su consulta
No todos los bancos dan las mismas facilidades a los sénior ni tienen el mismo número de usuarios de las cartillas
La cartilla o la libreta de ahorro ha sido desde hace décadas un objeto icónico y eficaz entre la banca y sus usuarios. Sin embargo, con la llegada de las aplicaciones móviles de los bancos, ha ido quedando en desuso y cada vez es menos utilizada entre la población, lo que no quita que siga siendo primordial para muchos seniors: cuatro de cada diez mayores siguen utilizándola. Mientras que algunas entidades financieras han decidido prescindir de ellas, otras las mantienen, pero cobran una comisión.
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Carlos San Juan, el hombre de 80 años que comenzó la campaña ‘Soy mayor, no idiota’ para conseguir un mejor trato a los mayores por parte de las entidades bancarias, se ha pronunciado respecto a lo que está pasando con las cartillas, tan útiles para muchos mayores.
¿Qué pasa con las cartillas?
“Antes eran totalmente gratuitas y ahora se cobran comisiones por mantenerlas, por actualizarlas o por las consultas”, explica San Juan. Y admite que no todos los bancos están haciendo lo mismo con respecto a la cartillas: “Hay entidades que no la aceptan para nada, otras que sí las aceptan, pero pagando diez euros, ¡diez euros de comisión por la cartilla! Es cierto que hay bancos que diferencian por edad con el objetivo de que los mayores no se queden sin esta herramienta", dice.
Además, comenta que “hay entidades que cobran comisión por consulta", algo que no le gusta nada. "Si tienes dudas de algún movimiento y entras a la oficina, por la consulta en ventanilla tienes que pagar una comisión. Algunos bancos permiten cuatro consultas, a la quinta ya te cobran la comisión. Y otros donde puedes mantener la cartilla siempre que abras una cuenta con muchos euros”.
No obstante, Carlos San Juan reconoce que la demanda de las cartillas es cada vez menor, pero que los bancos no pueden olvidarse de “muchísimas personas mayores con recursos escasos para los que la cartilla es vital, su único medio para controlar su economía”.
Diferencias entre bancos
En efecto, la mayor parte de los usuarios que utilizan cartillas son mayores, y no todos tienen los mismos servicios ni número de clientes. Según la Asociación de usuarios financieros Asufin, el 74% de los clientes de CaixaBank siguen operando con la libreta y, desde este banco, aseguran que han habilitado los cajeros para que las cartillas puedan utilizarse en ellos.
A este le siguen Unicaja Banca, donde el 66’9% de sus clientes sigue utilizando la cartilla; Kutxabank, un 61’1%; Ibercaja Canco, un 55’5%; y el Banco Santander, un 44’1%. Mientras, hay otras entidades, como Abanca, donde poco más del 7% usa la cartilla, o Bankinter, que desde hace una década ya no las emite.