Hacienda, el ojo que todo lo ve: así vigila tu dinero en efectivo 'bajo el colchón'

  • Cualquier persona puede tener dinero en efectivo en casa, siempre y cuando lo haya obtenido legalmente y lo haya declarado a Hacienda

  • Hacienda es consciente en todo momento de las retiradas de efectivo superiores a 500 euros y los ingresos de más de 3.000 euros y puede iniciar una investigación cuando detecta estas operaciones

  • Si no podemos demostrar la procedencia de este dinero, nos enfrentamos a multas de entre 60.000 y 150.000 euros

Cada vez usamos menos el dinero en efectivo. La proliferación de los métodos de pago en línea, como Bizum o Paypal, y la pandemia del coronavirus, en la que la gran mayoría de los españoles tiramos de formas de pago sin contacto, han hecho que las monedillas y los billetes hayan perdido peso en nuestras carteras.

De acuerdo a la última “Encuesta nacional sobre el uso del efectivo” realizada por el Banco de España (BdE), en 2020 las tarjetas de crédito y débito superaron por primera vez al efectivo como método de pago favorito en España.

Según este estudio, durante el pasado año un 54,1% de la población española decidió realizar sus compras con tarjeta, mientras que solo un 35,9% se decantó por el efectivo. Además, el BBVA ha notado en un reciente análisis que los españoles menores de 35 años realizan el 80% de sus transacciones con tarjeta y que solo un 20% de sus operaciones corresponden con la retirada de dinero de los cajeros. Sin embargo, y a pesar de que hoy en día utilizamos la tarjeta hasta para pagar el café, todavía hay personas que acumulan dinero en metálico en sus casas para posibles emergencias.

Cómo controla Hacienda el dinero que tenemos guardado en casa

Guardar dinero bajo el colchón, como se dice popularmente, es una práctica completamente legal. Cualquier persona tiene derecho a guardar el dinero donde mejor le parezca, ya sea en el banco o en casa, siempre y cuando lo haya obtenido de forma legal. Sin embargo, este efectivo que tenemos bajo el colchón está sujeto a la misma legislación que el que tenemos en nuestra cuenta corriente y, como tal, debemos declararlo correctamente a Hacienda a través de la Declaración de la Renta para evitar posibles problemas.

Hacienda es consciente en todo momento de dos operaciones: las retiradas de efectivo superiores a los 500 euros y los ingresos en cuenta de 3.000 euros o más. Cuando se producen estos movimientos, los bancos están obligados por ley a informar a la Agencia Tributaria de la transacción. Con esta información, la Agencia Tributaria podrá abrir una investigación y exigirnos que justifiquemos su procedencia.

El objetivo de esta medida no es otro que combatir el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. En caso de que nos abran una investigación y no podamos demostrar que el origen de este dinero en metálico es lícito, Hacienda podría sancionarnos con multas que oscilan entre los 60.000 y los 150.000 euros, tal y como recoge la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo.

Por ello, y a pesar de que es completamente legal que guardemos dinero en efectivo en nuestra residencia, es recomendable que declaremos el efectivo en casa en nuestra Declaración de Hacienda, señalando si proviene de rendimientos del trabajo, capital mobiliario o inmobiliario, u otras actividades económicas. La tenencia de este efectivo no obliga a pagar impuestos esenciales, así que declararlo solo nos ahorrará posibles problemas.

Las operaciones de dinero en efectivo están muy vigiladas por el Gobierno, que este verano aprobó la Ley 11/2021, de 9 de julio, en la que, como medida de prevención y lucha contra el fraude fiscal, se reduce de 2.500 a 1.000 euros el límite de los pagos que podemos realizar en efectivo. Las sanciones por incumplir esta normativa aparecen recogidas, tal y como recoge el Banco de España, e implicarán una multa de 25% de la cantidad en la que se supere ese límite de 1.000 euros. En estos casos, la sanción deberán abonarse de forma solidaria entre el pagador y el beneficiario.