¿Cómo recuperar el antiadherente de una sartén que se pega?
El deterioro propio del paso del tiempo o un mal uso a la hora de cocinar o de limpiar puede hacer que las sartenes pierdan sus propiedades antiadherentes
Aunque lo normal es que en estas situaciones nos deshagamos de estos utensilios para comprar unos nuevos, existen varios trucos completamente caseros que pueden hacer que nuestras sartenes recuperen sus propiedades
Para aplicar estos trucos, solo necesitamos paciencia, sal, papel de cocina, vinagre blanco y bicarbonato
Una de las peores cosas que nos puede suceder mientras cocinamos es que los alimentos se nos queden pegados a la sartén. Y sin embargo, todos nos hemos visto alguna que otra vez en esta incómoda situación.
Aunque en el mercado existen sartenes con propiedades antiadherentes diseñadas específicamente para evitar estos problemas, estos utensilios muchas veces acaban perdiendo sus facultades, ya sea por el deterioro propio del paso del tiempo o por un mal uso tanto a la hora de cocinar como a la hora de limpiarlas.
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En estas situaciones, lo habitual es que adquiramos nuevas sartenes y que nos deshagamos de las antiguas o, en su defecto, las abandonemos a su suerte en los confines de la alacena. No obstante, existen varios trucos completamente caseros que pueden hacer que nuestras sartenes recuperen sus propiedades, así que si estás pensando en deshacerte de alguna de ellas, toma nota: igual no es tarde para salvarlas.
¿Cómo recuperar el antiadherente de las sartenes?
Para aplicar estos trucos, solo necesitamos un par de productos que, por norma general, suelen estar presentes en todas las casas. El primero de ellos emplea sal, un básico imprescindible, y papel de cocina.
Para llevarlo a cabo, lo primero que haremos será colocar nuestra sartén deteriorada sobre el fuego, a una potencia media, y cubrirla de sal, preferiblemente gorda. Al cabo de un rato, la sal empezará a saltar y cogerá un tono amarillento. En ese momento, tendremos que retirar rápidamente la sartén del fuego, así que no te despistes y estate atento.
Una vez hayamos sacado la sartén del fuego, cogeremos papel de cocina y empezaremos a limpiar su superficie. Tendremos, eso sí, que hacerlo con cuidado, sin frotar, ya que si nos excedemos con la fuerza conseguiremos justamente el efecto contrario y no solo no conseguiremos recuperar su capacidad antiadherente, sino que eliminaremos la poca que pudiese quedarle. Vamos, el remedio sería peor que la enfermedad. Además, mientras limpias debes andar con ojo para evitar quemarte.
Una vez hayamos terminado de lavar la superficie y la sartén esté ya fría, podremos pasarla por agua y lavarla con normalidad. Y si todo ha salido bien, podrás volver a utilizarla en la cocina sin temor a que se pegue la comida.
El segundo truco que podemos utilizar para recuperar las propiedades antiadherentes de nuestras sartenes emplea vinagre blanco, un producto que podemos usar tanto en nuestras elaboraciones culinarias como en la limpieza, y bicarbonato de sodio, el producto multiusos por excelencia.
En este caso, lo primero que haremos será llenar nuestra sartén con agua tibia y verter un vaso de vinagre blanco. Tras esto, tendremos que remover la mezcla hasta que quede completamente integrada.
Una vez lo hayamos conseguido, colocaremos la sartén al fuego y esperaremos a que la mezcla hierva. Aproximadamente, esto tardará unos diez minutos. En el momento en el que empiece a hervir, tendremos que retirar la sartén del fuego y añadir un par de cucharadas de bicarbonato. Al reaccionar con el vinagre, se eliminará cualquier tipo de suciedad que haya podido quedar incrustada, lo que permitirá recuperar las propiedades antiadherentes de nuestra sartén.
Una vez haya hecho efecto el bicarbonato y la sartén se haya enfriado, podremos retirar la mezcla y lavar la sartén. En estos casos, se recomienda utilizar agua caliente y frotar con un cepillo para eliminar cualquier resto. Cuando hayamos terminado, solo tendremos que intentar hacer algún plato para comprobar si nuestra solución ha dado resultado.