La Navidad tiene todos los ingredientes para gustar: reencuentro con amigos, buena mesa, buen ambiente y hasta hacer o recibir regalos. En esta fiesta dedicada a la familia y la amistad, es fácil cometer excesos que se dejan notar en todos los ámbitos, incluido el medioambiente. Los derroches de comida y electricidad o el desecho de los envoltorios de los regalos es una realidad. En este sentido, es imprescindible tener en cuenta que estas celebraciones también pueden tener un impacto directo en el entorno.
Es posible compaginar tradición y sostenibilidad, pero para ello es necesario tomar conciencia y saber que disfrutar de unas Navidades sostenibles no sólo ayudará a la salud de planeta, sino que también contribuirá a mejorar la salud de las personas.
Para ponerlo en práctica es necesario modificar algunos pequeños hábitos en nuestro día a día que reduzcan nuestra huella ambiental, consumiendo de manera responsable y eligiendo siempre opciones sostenibles o bajas en emisiones de gases de efecto invernadero.
Es posible hacer regalos útiles, sostenibles, ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Un ejemplo perfecto es regalar un árbol para que la persona que lo reciba pueda formar parte de su plantación y etiquetado. En este sentido, cualquier planta es también un regalo ideal para estas fechas, pues tienen un efecto positivo sobre el bienestar de quien la reciba y enseña a los más pequeños a cuidar y respetar el entorno. Además, las plantas ayudan a absorber el CO2, por lo que se contribuye activamente a mitigar la huella de carbono y purificar el aire.
No desperdiciar comida debería ser uno de los Mandamientos. Producir los alimentos requiere de mucho esfuerzo, recursos y tiene un impacto ambiental importante. Por ello, es recomendable no malgastar la comida, organizar los menús y escoger productos de temporada, ecológicos y, a poder ser, de Kilómetro 0, con el objetivo de apoyar la economía y el comercio local.
Practicar un consumo responsable es una de las medidas más efectivas para lograr tener una Navidad sostenible. El primer paso es reducir el consumo de bienes y, en caso necesario o de buscar un regalo sostenible, siempre es posible buscar sistemas alternativos productos de segunda mano, evitando así la sobreproducción y la generación de residuos.
Ahorrar agua, utilizar los electrodomésticos con responsabilidad y economizar los recursos son acciones claves durante esta época del año. Por otro lado, las luces de Navidad pueden suponer un despilfarro energético, por lo que es aconsejable apagarlas durante la noche. Una opción recomendable es el uso de luces led, que permiten ahorrar energía sin tener que prescindir de una buena iluminación.
Es, quizá, el tip más conocido. Reciclar, evitar el plástico de un solo uso y reducir o evitar los envoltorios de regalo es una de las claves del consumo sostenible. Realizar regalos hechos a mano con materiales reciclables o producido por artesanos locales es una buena opción para contribuir a reducir el consumo de plásticos y minimizar la huella de carbono.
Limitar el uso del transporte privado es otra consigna fundamental. Intentar dejar el coche en casa y emplear el transporte público también ayuda a reducir el impacto medioambiental de los desplazamientos, sobre todo si se trata de distancias cortas que, en muchos casos, pueden hacerse a pie.