Huevos M en vez de XL y jamón envasado: así es la nueva cesta de la compra
La nueva cesta de la compra se ha reducido un 11% en volumen y prioriza productos en oferta y los envasados
Pese a la rebaja del IVA en los alimentos, la cesta de la compra ha vuelto a encarecerse con una subida del 0,4%
Nueve de cada diez consumidores están modificando sus hábitos para mitigar los efectos de la inflación
La cuesta de enero este año se nos ha hecho más empinada que nunca. Pese a la rebaja del IVA en los alimentos aprobada por el Gobierno, la cesta de la compra ha vuelto a encarecerse con una nueva subida del 0,4% respecto a diciembre. Los efectos que está teniendo la inflación ya los notan en los supermercados: los consumidores procuramos moderar el gasto confeccionando una cesta de la compra con menos artículos y más seleccionados.
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Lo cierto es que la rebaja del IVA, en la que el Ejecutivo gastó 700 millones de euros, se está notando, pero de forma muy simbólica. Los hogares se ahorrarán 40 euros en 6 meses o, lo que es lo mismo, la compra mensual sale unos 6,5 euros más barata por familia, según cálculos de Fedea. La OCU, por su parte, recuerda que que llenar la cesta de la compra hoy supone pagar 860 euros más que hace un año, cuanto todavía no había estallado el conflicto bélico en Ucrania.
Un carro de la compra más caro en conjunto
Analizando el impacto de la bajada del IVA en los precios, vemos que el pan ha bajado en enero un 0,2%; las harinas han caído un 2,3%; la leche es un 1,5% más barata, el queso se ha abaratado un 0,7% y los huevos han bajado un 1,5%. También se ha notado la rebaja en los aceites de todo tipo y la pasta. Incluso las frutas frescas han bajado un 4,2%. El gran problema está en que los alimentos no afectados por este descuento tributario (arroz, azúcar, carne, pescado, etc.) han seguido subiendo, lo que provoca que el conjunto de la compra en el supermercado nos salga más cara.
Cambios en los hábitos de consumo
Una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por la OCU en diciembre ya advertía de que nueve de cada diez consumidores estaban modificando sus hábitos, priorizando los productos en oferta y las compras en los súper low cost. Así, la nueva cesta de la compra se ha reducido un 11% en volumen y registra los siguientes cambios significativos, según un informe de IRI Infoscan para 'El Mundo'.
- Se reduce el consumo de productos frescos, como la carne y el pescado o las frutas y verduras, sustituyéndolos por alimentos envasados y congelados. Adquirimos más charcutería envasada y de peso fijo, ya que eso nos permite conocer su coste de antemano y no nos llevamos sorpresas desagradables.
- Optamos por las alternativas más económicas: cerdo y pollo en el caso de las carnes, sardinas y caballas en los pescados, mandarinas o manzanas en cuanto a fruta y lechugas o champiñones en el apartado de las verduras.
- Compramos más huevos de clase M, en detrimento de los de clase XL. El consumo de los huevos más pequeños y más baratos se dispara un 18%, mientras el de los más grandes y más caros cae un 10%.
- Se produce un incremento de las compras de judías de bote, más baratas que las frescas.
- Se percibe un notable incremento de la marca de distribuidor, donde los precios son más bajos, frente a la de fabricante, hasta alcanzar el 48% de las ventas en valor (hasta el 63% en alimentación) y el 57% de las ventas en volumen.
- Mayor atención a los descuentos y promociones de los supermercados y tendencia a trocear el carrito de la compra acudiendo a varios establecimientos en función del precio de algunos productos. Un 30% de los consumidores asume que cambia de tienda en función de dónde ve los precios más baratos.