Tener una vivienda correctamente aislada es imprescindible para lograr la máxima eficiencia energética y ahorrar en costes, algo vital en un contexto marcado por la inflación y el aumento generalizado de los precios. Este aislamiento puede conseguirse tirando de obras que actúen sobre las puertas, paredes y ventanas de la vivienda, pero también aprovechando algunas de las soluciones que actualmente existen en el mercado, como los burletes o las persianas y estores térmicos.
En este marco, un equipo de investigadores de la Universidad de Florida Central (UCF), en Estados Unidos, ha demostrado recientemente que es posible crear una pintura sin pigmentos y en una amplia gama de colores capaz de absorber el calor y de enfriar estancias, aislándolas de la temperatura exterior.
Publicada en la revista científica Science Advances, esta investigación está basada, curiosamente, en las mariposas y los colores propios de la naturaleza. “La gama de colores y matices del mundo natural es asombrosa: desde flores, pájaros y mariposas hasta criaturas submarinas como peces y cefalópodos”, ha explicado el autor principal del artículo, Debashis Chanda, según recoge el periódico El Español. “El color estructural es el principal mecanismo generador de color en varias especies extremadamente vivas, en las que la disposición geométrica de dos materiales incoloros produce todos los colores. En cambio, con el pigmento artificial se necesitan nuevas moléculas para cada color presente".
Con esta base, el equipo de investigadores ha logrado desarrollar una pintura en varios colores sin tener que recurrir a ningún tipo de pigmento. Lo han hecho utilizando la disposición estructural a nanoescala de materiales incoloros como el aluminio y el óxido de aluminio, tal y como apuntan desde El Español, y a través de este método han podido crear un producto más ligero que la pintura tradicional y con capacidad para absorber la radiación solar que cae sobre cualquier vivienda o edificio.
Bautizada como pintura plasmótica, puede controlar la forma en que la luz se dispersa, refleja o absorbe gracias a la disposición geométrica de las nanoestructuras de los materiales que lo componen, algo que la diferencia de la pintura tradicional, que controla la absorción de luz según las propiedades electrónicas del material pigmentario.
Esta pintura, según apuntan desde El Español, puede reflejar todo el espectro infrarrojo y aislar mejor el calor, provocando que la temperatura de la superficie cubierta se mantenga entre 10 y 15 grados más fría en comparación con los productos tradicionales. Además, la pintura es extremadamente ligera y más duradera que las convencionales, donde el color se desvanece a medida que se deterioran los pigmentos artificiales. Al no utilizar este tipo de pigmentación, esta pintura puede mantener sus cualidades durante mucho más tiempo.
La pintura plasmótica desarrollada por el equipo de Chanda no es más que el producto de una investigación. No obstante, se trata de una solución viable desde el punto de vista productivo, por lo que tal vez acabemos utilizándola en un futuro cercano.