¿Para qué se inventó en un principio la cinta adhesiva que tienes por casa?
La cinta adhesiva surgió en los años 20 por la moda de pintar los coches de dos colores
La primera compañía que se dedicó a su fabricación fue la escocesa 'Scotch', aunque en España la llamamos celo porque se popularizó la marca 'CEL-LO'
En algunas zonas, como en Galicia, también se lo conoce como fixo
Es uno de esos objetos que todos tenemos por casa y que nos resuelve más de un contratiempo, como ese regalo de un amigo de tu hijo que tienes que envolver a última hora para que se lo lleve a su cumpleaños y que puedes acabar gracias a la cinta adhesiva que siempre tienes en el fondo de algún cajón. Un elemento que surgió hace casi 100 años de una manera muy diferente a la que la utilizamos en la actualidad, pues su origen verdadero se encuentra en el mundo del motor.
MÁS
Cómo integrar en casa los muebles que has heredado: "Hay que 'pasearlos' hasta que encuentran su verdadera ubicación"
Rosario de Velasco, de pintora olvidada al Museo Thyssen: "Mi tía abuela era una de las grandes del siglo XX"
El viaje, literal, hacia la felicidad: "Las personas que viajan son más felices que quienes no lo hacen"
La cinta adhesiva existe gracias a los coches
En los disfrutones años 20 se pusieron de moda muchas cosas, entre ellas pintar los coches de dos colores diferentes, algo que entonces no era una tarea precisamente fácil de conseguir, al menos si querías que quedase bien. Fue así como al inventor Richard Gurley Drew se le ocurrió en 1925 la magnífica idea de crear una cinta que tuviese un pegue por uno de sus lados y que, al adherirse a la carrocería del vehículo, permitiese pintar las diferentes zonas sin temor a error y a mezclar colores.
No obstante, esa ‘cinta de carrocero’ no es exactamente igual a que utilizamos hoy en nuestro día a día para envolver un regalo o para cerrar unas cajas, pues en aquella primera versión el adhesivo estaba en los bordes para que así les fuese más sencillo de quitar una vez habían terminado de pintar la carrocería del coche. Eso sí, no faltaron las quejas de los pintores, que reclamaban más pegamento y tachaban a los fabricantes de tacaños.
Scotch, celo o fixo
Fabricantes que eran escoceses, con fama entonces de tacaños, que se dice que en primero momento decidieron llamar a esa cinta ‘scotch’, palabra peyorativa para referirse a alguien tacaño y que actualmente se sigue utilizando en algunos países de latinoamérica. Pero el tiempo pasó y ‘Scotch’ terminó siendo una marca con la que se dio nombre a múltiples productos creados por Drew, entre ellos esa cinta transparente de celofán.
Pronto la cinta se volvió indispensable en el mundo entero, la empresa escocesa vende actualmente más de seis millones de kilómetros de cinta adhesiva al año. No obstante, que en España la conozcamos como celo se debe a que las primeras cintas que llegaron a España no eran las de ‘Scotch’, sino las de ‘CEL-LO’, que pusieron su nombre por el celofán con el que creaban la cinta, dando origen a la palabra celo.
Aunque fue la que más se extendió, lo cierto es que a España también llegó la marca ‘Fixo’, que se comercializó bastante en zonas de nuestro país como Galicia, donde es más que normal que la cinta se conozca más como fixo que como celo. En definitiva, llegó a nuestra vida gracias a los coches y, desde luego, hay muchas formas de referirse a ella. ¿Tú cómo la llamas?