El dinero que te dejas al año por tomar un par de cafés al día
Para muchos, el café es un pequeño placer con el que sobrellevar el trabajo, los estudios o cualquier otra actividad rutinaria
Se trata de uno de los gastos hormiga más típicos de cada ciudadano
El café no es para todos: ¿a qué personas no se recomienda su ingesta?
Un café para desayunar. Otro a media mañana. Y alguno más tras la siesta o a mitad de tarde. El fin de semana, incluso se añade alguno después de la cena. Tomar café se ha convertido en un hábito tan común que forma parte de nuestras vidas y que difícilmente podremos eliminar si ya nos hemos acostumbrado a él.
Para muchos es un pequeño placer con el que sobrellevar el trabajo, los estudios o cualquier otra actividad rutinaria. Algo a lo que no le prestamos demasiada atención es al precio de tomar tanto café al día. Y no, no nos referimos a la salud, que también puede verse afectada, sino al bolsillo.
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La mayoría de gente no suele prestarle demasiada atención a este tipo de gastos. Sacan la moneda, lo pagan y se olvidan de lo que ha supuesto. Sin embargo, estos microgastos van acumulándose y pueden suponer una cifra elevada a final de año. Sobre todo, si los cafés los consumimos en bares o restaurantes.
Si tienes la costumbre de tomar café en bares o cafeterías, es posible que termines gastando unos 400 euros al año debido a este hábito, lo que significa que estarías destinando alrededor de 30 a 35 euros de nuestro salario mensual en café.
No vamos a decirte que no bebas café en tu bar favorito nunca más, pero sí que puede ser un hábito al que se le puede modificar la frecuencia y pase de ser algo diario a algo de tan solo ciertos días de la semana, para así poder reducir los gastos y destinarlo a algún otro placer que tengas. Uno de estos cambios podría ser tomar el café en casa en vez de en una cafetería.
¿Cómo ahorrar, pero seguir tomando café?
Sobra decir que el principal paso para ahorrar dinero en el café es hacerlo en casa y, si lo tomas en el trabajo, llevarlo en un termo en lugar de comprar el café fuera. De hecho, comprar café fuera es uno de los principales gastos hormiga que hacemos a diario sin ser conscientes de los importes que puede sumar a lo largo del año.
Si así decides hacerlo hay algunos factores que deberías tener en cuenta como la marca de café de vas a comprar, siendo consciente de que las primeras marcas suelen costar el doble que las marcas blancas.
Además, también existen distintos tipos de cafeteras: americana, italiana, prensa francesa, espresso, entre otras. En general, la diferencia entre éstas es la forma en la que preparan el café. Sin embargo, en esta ocasión no nos meteremos en la cuestión del sabor, nos apegaremos estrictamente a la eficiencia de una u otra.
En los dos primeros casos, las cafeteras americanas e italianas suelen entregar eficiencias energéticas similares. Sin embargo, las primeras suelen producir entre 4 y 6 tazas por dosis; mientras que las italianas entregan de 3 a 4 tazas por porción de café. Esto implica que hay un mayor aprovechamiento de café por parte de las americanas, lo cual puede traducirse como un beneficio para tu bolsillo.
Por otro lado, en el caso de la prensa francesa, podemos encontrar un punto a favor que la pone por encima de las dos anteriores. Este tipo de cafetera prepara la bebida como una infusión, por lo cual puedes elegir a placer la cantidad de café que necesitas emplear. Así, quedará a tu cargo tanto el sabor de la bebida como el gasto de grano que éste implica.
En el último de los casos, las cafeteras espresso suelen ser la peor opción cuando de ahorrar se trata. El consumo energético es mucho mayor y algunas son compatibles solo con monodosis (pequeños paquetes de café específicos para este tipo de cafeteras), cuyo precio llega a ser de más del triple que una dosis de café de grano.
Otro tip infalible para tomar esta bebida sin gastarte una fortuna es molerlo por tu cuenta. Si bien esto implica un gasto a priori en la compra de un molino, al final se transformará en una inversión a largo plazo. Para darnos una idea, el café molido previamente suele costar hasta 25% más que el de grano. En cambio, si lo mueles en casa, te ahorras este tipo de gasto y, además, conservarás el sabor de tu taza por más tiempo.
Si no tienes problemas con el café soluble, por más que los exquisitos paladares de tus amigos y conocidos te digan que no te conviene ese sabor, es mejor que te apegues a tus propias necesidades. El café soluble cuesta hasta 75% menos que el café de grano, por lo que representa un ahorro bastante significativo y, si hablamos de despertar por la mañana, te dará el mismo efecto.