Cinco recomendaciones a tener en cuenta a la hora de comprar una piscina desmontable
Dónde colocar la piscina y cómo preparar el terreno son las primeras cuestiones para instalar una piscina desmontable
Con un poco de tiempo y unas pautas básicas mantendrás el agua cristalina y apetecible
Cabe la posibilidad de dejarla montada para ser el primero en bañarte en la siguiente temporada
Las piscinas desmontables permiten darnos un buen chapuzón sin recurrir a la ejecución de una obra y tienen un precio asequible. Una piscina de hormigón o el vaciado de tierras para instalar una prefabricada de poliéster o de fibra de vidrio implica tiempo y dinero. Sin embargo, en Uppers creemos que esta adquisición tampoco se debe tomar a la ligera. Los expertos en la materia nos han dado una serie de recomendaciones y consejos para comprar una piscina desmontable con el objetivo de que funcione correctamente y sea segura. También nos han indicado cómo realizar su mantenimiento y, un básico, qué se puede poner debajo de una piscina desmontable.
1 Ubicación
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Elegir el lugar donde instalar la piscina desmontable es elemental. Los expertos detallan que la zona debe contar con las siguientes instalaciones cerca o bien accesibles:
- Una toma de agua para llenar la piscina.
- Un desagüe para el vaciado.
- Una toma eléctrica para conectar la depuradora.
Por una parte, es imprescindible marcar el espacio elegido para conocer las medidas máximas de la piscina teniendo en cuenta que vamos a acceder a ella y realizar el mantenimiento. Es recomendable dejar un mínimo de 50 cm alrededor de la piscina y si la elegimos ovalada o rectangular la distancia necesaria puede llegar hasta 1 m teniendo en cuenta los refuerzos.
En cuanto al terreno en sí mismo, debe ser firme y resistente. Por un lado, va a soportar un gran peso; una piscina de 1.000 litros equivale a un metro cúbico o a mil kilos. Nunca se debe colocar en balcones y terrazas ni en terrenos blandos o con rellenos inestables.
Por otra parte, tampoco deben pasar conexiones de agua, gas o electricidad debajo del área seleccionada, al igual que no puede haber tendidos eléctricos encima.
Además, se aconseja que sea una zona soleada, protegida del viento y sin árboles alrededor cuyas hojas o el polen ensucien el agua. Igualmente, hay que estar seguros de que no existe riesgo de inundación cuando llueve.
Una vez comprobados todos estos aspectos, llega el momento de preparar el terreno.
2 Preparación del terreno
La piscina necesita un terreno nivelado y liso. Además, suele estar revestida de un material de PVC llamado liner con propiedades de impermeabilidad, flexibilidad y resistencia al desgarro, del que depende la estanqueidad del conjunto. Aun así, es imprescindible preparar el área elegida. Existen dos posibilidades: construir una plataforma raseada de hormigón o de cemento o compactar el terreno. La primera es la mas recomendada por los expertos, pero también la que requiere un mayor presupuesto económico. En cuanto a la segunda, las directrices para compactar el terreno son:
- Eliminar raíces, piedras, hiervas, etcétera.
- Nivelar el terreno retirando tierra de donde sobra, en vez de rellenar donde falta.
- Compactar el terreno hasta que quede sólido y firme.
- Echar una capa de un máximo de 1 cm de espesor de arena fina tamizada.
- Regar con agua la capa de arena para conseguir una mayor compactación.
- Volver a comprobar que el terreno está nivelado.
3 Instalación y puesta en marcha
Conviene tener ayuda y si consigues formar un grupo mínimo de tres personas será mucho más fácil. Elegir un día sin viento y que no haga un calor excesivo también va a ayudar a que todo vaya sobre ruedas. En cuanto al tiempo necesario para la instalación depende de su tamaño.
4 Mantenimiento
La piscina estará al aire libre y está sujeta a las condiciones climáticas. La limpieza de hojas, ramas, tierra, etcétera, que puedan caer en el agua conviene que sea una operación diaria. Al igual que mantener limpio el liner de suciedad y principalmente que no se forme alga verde adosada al material tanto en el fondo como en las paredes.
Estas piscinas suelen instalarse con un sistema de filtración de las impurezas del agua como, por ejemplo, una depuradora de arena. El motor que incorporan permite conectar un limpiafondos de aspiración. Del mismo modo que se filtra el agua hay que tratarla con pastillas de cloro aptas para liner o con un dosificador flotante. También existen la opción de poner en marcha un clorador salino, más caro, pero más seguro, cómodo y saludable.
Una vez a la semana se tiene que medir el pH del agua y del cloro de modo que se vaya ajustando a los niveles óptimos.
Dejando a un lado la limpieza, es necesaria una revisión permanente de la instalación: mangueras conectadas y sin pérdidas, escalera montada correctamente y estable, tornillería apretada, funcionamiento correcto del sistema de filtración…
5 Cierre de la temporada
Una vez finaliza la temporada puedes elegir entre dejar la piscina montada para el año siguiente o desmontarla. Esta última opción requiere ser minucioso para no perder las piezas al igual que pulcro, de modo que se conserven los materiales en perfecto estado. Es necesario limpiar y secar los componentes y almacenarlos protegidos en un lugar limpio y sin humedad.
Si decides o tienes la posibilidad de dejar montada la piscina tendrás que seguir los siguientes pasos:
- Mantenerla llena de agua, con un invernante especial para piscinas.
- Taparla con un cobertor de invierno.
- Desconectar la depuradora para guardarla en un lugar seco y limpio.
- Reducir el nivel de agua 5 cm por debajo del skimmer y cerrar la válvula de retorno con el tapón a rosca que se adjunta con la depuradora.
- Mantener limpia la cubierta sin que se acumulen hojas o agua de lluvia.