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La Comisión Europea ha llegado por fin a un acuerdo con España y Portugal para limitar el precio del gas en el mercado mayorista de electricidad de la Península Ibérica y de esta manera rebajar la factura de la luz. Así, ambos países podrán topar el precio inicialmente a 40 euros por megavatio hora, lo que supone 10 euros más que la propuesta inicial, y se incrementará de manera progresiva hasta alcanzar los 50 euros al final del periodo de 12 meses en los que estará en vigor el acuerdo.
Las cifras acordadas suponen menos de la mitad de los precios actuales del gas, que costaba este martes casi 80 euros/MWh en el Mibgas, el mercado ibérico. Esto significa que el tope establecido para su uso en la generación eléctrica permitirá rebajar el precio de la factura eléctrica a unos 120-140 euros/MWh, frente a los más de 200 euros/MWh en los que se está moviendo el 'pool'.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha recordado que el 40% de los consumidores domésticos y entre el 70% y 80% de los consumidores de electricidad de la industria están vinculados al precio del mercado mayorista, por lo que esta rebaja les afectará directamente.
Facua-Consumidores en Acción ya ha advertido de que el tope acordado "no evitará que en 2022 los consumidores paguen el recibo más alto de toda la historia". De hecho, si los consumidores acogidos a la factura regulada acabaran pagando una factura de 120 euros/MWh abonarían el doble de lo que han pagado en los últimos diez años. "El importe, aunque por debajo de la aberración que viene produciéndose en el mercado en los últimos meses, seguirá provocando un recibo infladísimo durante los próximos meses", ha subrayado Facua.
La solución pactada ha quedado lejos de la propuesta inicial que hicieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Teresa Ribera, que pretendían fijar un límite de 30 euros/MWh que habría supuesto poder rebajar el recibo eléctrico, en los consumidores acogidos a la tarifa regulada, a prácticamente la mitad.
Desde que fue remitida a Bruselas, esa propuesta ha contado con un fuerte rechazo por parte del sector eléctrico, que advertía de los "importantes y relevantes impactos" que esta 'excepción ibérica' podría ocasionar en los mercados a plazos de derivados ya contratados.
Por ello, la Comisión ha exigido confirmar una sistema de doble subasta para evitar que el resto de la UE compre energía subvencionada, lo que era uno de sus principales temores. De esta forma, los acuerdos de compraventa entre países no será alterados y el tope sí tendrá efecto en la energía de la Península Ibérica.
La medida se trata de un instrumento temporal y permitirá dar cobertura hasta el final del próximo invierno. Ribera ha avanzado que la propuesta podría ir al Consejo de Ministros de España la próxima semana, que lo implementaría "con aplicación inmediata, más allá de los ajustes técnicos para el funcionamiento del mercado". De ser así, el deseado abaratamiento de la factura para los clientes del mercado regulado debería notarse ya en la factura de mayo.