El Consejo de Ministros ha aprobado por fin este viernes el tope de gas para la generación eléctrica a una media de 48,8 euros por megavatio/hora (MWh) durante un periodo de doce meses, frente a los casi 80 euros de media que ha marcado en el último trimestre. Se cubre así el próximo invierno, período en el que los precios de la energía son más caros. La Comisión Europea aún tiene que respaldar la norma formalmente, pero esto supondrá una mejora inmediata para un 37% de los consumidores domésticos y para el 70% para los industriales.
"Por primer vez no pagarán los mismos", ha asegurado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha apuntado que y la medida tiene como finalidad "reducir los beneficios extraordinarios de las eléctricas para que haya beneficios para todos", tratándose de una medida complementaria a la minoración del gas.
Gracias a este mecanismo el precio del 'pool' caerá en torno a un 38% en su precio promedio, desde los 210 euros por megavatio hora (MWh) marcados a lo largo del primer trimestre de este año hasta unos 130 euros/MWh. De este modo, la única electricidad que los consumidores pagarán a coste de gas será la producida con centrales de gas.
Los consumidores del mercado regulado notarán sus efectos en el precio de la luz de manera "inmediata", de modo que verán reducida su factura en torno a un 30%, aunque también dependerá del tipo de generación eléctrica que tenga, mientras que para el resto de consumidores en el mercado libre será algo "progresivo", viéndose beneficiados cuando renueven o cambien.
La denominada 'excepción ibérica' estaba pendiente de aprobarse desde que a finales de abril los gobiernos de España y Portugal arrancaron el acuerdo político con Bruselas para establecer este mecanismo temporal para fijar este tope al gas en torno a una media de 50 euros/MWh. Una vez recibidas las "cartas de conformidad" de Bruselas el pasado viernes, los Gobiernos de ambos países han perfilado las últimas cuestiones "a contrarreloj" para poder dar luz verde al mecanismo esta misma semana.
La medida ayudará a contener la escalada de precios y la inflación y ejercerá de cortafuegos ante la volatilidad de los precios del gas derivada de la guerra en Ucrania, facilitará también la reforma de la tarifa regulada -el denominado PVPC-, incorporando referencias de precios de los mercados de futuros.
Las centrales térmicas de gas seguirán cobrando lo necesario para garantizar el suministro eléctrico. Este coste se repercutirá únicamente sobre los consumidores beneficiados por la medida en cada momento y siempre será menor que el ahorro final proporcionado por ella.