{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Después de la pandemia, la incertidumbre. ¿Cómo será la vida post covid? El escenario cambia según las expectativas, pero se mantienen algunas tendencias que pueden parecer sorprendentes, aunque desde Uppers las hayamos avanzado: los seniors, la generación silver, son determinantes para la recuperación económica. Así lo indica el I Barómetro del Consumidor Senior de la Fundación Mapfre, un estudio realizado a través de más de 1.000 entrevistas a hombres y mujeres mayores de 55 años.
Este grupo de edad une a su creciente peso demográfico, más de 15 millones de personas, según el INE, su relevancia en la actividad económica. La mayoría de estos hogares cuenta con más de una fuente de ingresos, lo que significa mayores ingresos y mayor capacidad de consumo.
Las cifras muestran la pujanza del universo senior. Pero muchas grandes empresas siguen prefiriendo orientar sus mensajes hacia los jóvenes, pese a la evidencia de que la capacidad de compra se sitúa mayoritariamente en la generación silver. El barómetro de la Fundación Mapfre confirma que un 56% de los consumidores seniors son capaces de ahorrar todos los meses y que un 60% asegura que su situación económica no empeorará en los próximos años.
Las claves que explican por qué este grupo de la población es imprescindible para el crecimiento de nuestra economía son diez. Las desgranamos una a una.
El 55% de los consumidores sénior viven en hogares en los que al menos dos personas aportan ingresos mensualmente. La práctica totalidad vive en una casa de su propiedad. Por otra parte, los senior de 2021 constituyen una generación más igualitaria gracias a la incorporación de la mujer al mercado laboral. Esta circunstancia hace que exista un mayor poder adquisitivo y que los ingresos por hogar sean mayores que en generaciones previas.
El 90% de los mayores de 55 años son propietarios de sus viviendas. El 74% no tiene préstamos ni hipotecas, y el 16% sí está pagando alguna de estas modalidades. Solo un 5% está de alquiler; los porcentajes residuales, en torno al 1%, pertenecen a los de las personas que viven en casa de sus padres o familiares o disfrutan de un alquiler protegido.
Más de la mitad de los seniors, el 56%, consigue ahorrar cada mes, a pesar de la crisis económica. Un 43% ahorra entre un 11% y un 30% de sus ingresos, una capacidad que les hace ser muy apreciados por las grandes marcas de consumo.
A diferencia de los jóvenes, mucho menos confiados respecto a su futuro, el 60% de los seniors son optimistas y piensan que, incluso en un escenario post pandemia, su situación no va a empeorar. Esto significa que piensan seguir comprando, viajando y, en definitiva, consumiendo productos y servicios. Por esta razón, no limitan su impulso de compra.
Un 78% utiliza la tecnología en su día a día para cubrir sus necesidades de banca, consumo, ocio y formación. El 58% utiliza soluciones de banca online; el 49% compara artículos por internet y el 41% es activo en redes sociales. Sólo el 22% está desconectado de la tecnología, y el resto es activo con tres perfiles bien diferenciados: 49% muestra un uso moderado y el 29% intensivo.
En general gozan de buena salud, por lo que aún no se han planteado hacer reformas en su casa por si en el futuro son dependientes. Lo que tienen claro es que prefieren seguir viviendo en sus hogares. Al menos así lo cree el 82%; el 59% no piensa en reformas para una posible dependencia, y solo el 11% se plantea cambiar de vivienda. Según estos datos, la residencia no sería un destino preferente para la última etapa de vida.
El bienestar y la salud son dos temas prioritarios para los seniors. El 92% afirma cuidar su alimentación y un 77% realiza ejercicio habitualmente. Sólo 17% visita al médico una vez al mes. Lo que más les preocupa son la dieta y las horas de sueño (92% y 79%, respectivamente). A continuación, hacer ejercicio físico (78%), evitar situaciones de estrés (77%), moderar el consumo de tabaco y alcohol (77%) e informarse sobre temas de salud (49%) son las otras actividades más realizadas. Sorprendentemente, dedicar tiempo a la meditación entra en el ranking: el 40% de los seniors dice practicarla.
El turismo es el motor de nuestra economía y, según el barómetro de la Fundación Mapfre, los mayores de 55, los clientes más importantes. El 82% de los consumidores sénior viaja y elige destinos culturales, de naturaleza o históricos por encima de los baratos y cercanos. Antes de la pandemia, el 75% hacía al menos dos viajes al año, y la mayoría (37,4%) salía entre dos y tres veces. Otros informes indican que es un turismo selectivo, que prefiere alejarse del tour operador y disfrutar de viajes a demanda. De nuevo, se convierten en el objetivo más preciado de esta industria.
Frente a otros grupos de edad que tienen que recortar gastos, por ejemplo, las familias más jóvenes con hijos de menor edad, los seniors no necesitan hacer recortes y mantienen sus prioridades. La alimentación, la vivienda y la tecnología son las tres partidas a las que dedican más presupuesto, seguidas del ocio y turismo, salud y seguros. La formación y educación están en la parte baja de la tabla, aunque en los últimos tiempos las llamadas 'universidad de mayores' estén en auge.
La pandemia no les ha hecho sentirse inseguros económicamente y, por tanto, no solo no planean reducir gastos, sino que quieren incrementarlos. El 26% quiere aumentar el presupuesto que dedica a alimentación, bebidas, ocio, viajes y turismo. La salud es el tercer sector beneficiado: un 22% desea gastar más en este campo. En suma, la generación plateada tiene poder adquisitivo, es activa y curiosa, usa la tecnología, se cuida y quiere ser independiente y rodearse de todo aquello que le procure esa independencia. Son, en definitiva, los garantes del consumo en momentos de crisis, como es la era post-covid.