Conocer el valor del dinero y aprender a administrar correctamente las finanzas personales es fundamental si se quiere gozar de una buena salud financiera y evitar posibles sobreendeudamientos en el futuro. Sin embargo, son muchos los adolescentes españoles que apenas saben algo del mundo financiero.
De acuerdo a los datos del segundo informe PISA sobre esta materia elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2017, uno de cada cuatro adolescentes de nuestro país apenas tienen conocimientos sobre finanzas y no pueden distinguir asuntos cotidianos de la economía doméstica, como, por ejemplo, reconocer una factura, usar una tarjeta de crédito o tomar una decisión sobre los gastos cotidianos.
Este resultado, que nos sitúa a la cola de Europa (de los quince países que participaron en el estudio, España ocupa la décima posición), pone de manifiesto el problema de educación financiera que hay en nuestro país, una asignatura pendiente para la mayoría de los adultos que tiene, inevitablemente, su efecto en el desarrollo de los más jóvenes.
Ahora que el futuro se avecina convulso en términos financieros y que la inflación y los precios se encuentran disparados, resulta especialmente recomendable que vayamos introduciendo conceptos relacionados con el ahorro y las finanzas en la educación de los más pequeños de la casa. Y aunque esta tarea recaiga principalmente sobre los padres, que, a fin de cuentas, son los máximos responsables de la educación de sus retoños, hay una parte en la que los abuelos también pueden jugar un papel importante, ya que son muchos, por no decir la gran mayoría, los que le dan una pequeña paga a sus nietos para que se compren algún caprichito, sobre todo ahora que estamos en verano y las visitas a casa de los abuelos son más habituales.
Este gesto, pese a ser muy habitual, puede fomentar el consumismo de los jóvenes. Por eso, y pese a que a primera vista pueda parecernos que es demasiado temprano, es importante que les inculquemos la importancia del ahorro desde el principio, ya que así aprenderán a valorarlo mejor.
A la hora de empezar a darle dinero a nuestros nietos, es importante que sepamos cuándo podemos dar este paso. De acuerdo a los expertos, a partir de los siete u ocho años ya se le puede entregar una pequeña paga a los pequeños, aunque, eso sí, la cantidad no debe superar los tres euros. Además, en estas primeras etapas, es recomendable que un adulto los acompañe a comprar.
Con el paso del tiempo, la cantidad que podemos darle a nuestros nietos puede ir aumentando, a medida que van creciendo sus intereses, gastos y necesidades. No obstante, es importante no excederse y espaciar estas pagas, sobre todo si ya reciben una de sus padres. Así, en lugar de darles dinero cada vez que los veas, lo recomendable es que les des estas pequeñas cantidades cada tres semanas, para que no crean que es algo habitual. De igual manera, se debe evitar darles premios por haber cumplido con alguna tarea, como puede ser estudiar, aprobar un examen u ordenar la habitación, ya que estas son tareas que deben realizar sin ningún tipo de incentivo.
Aunque pueda resultar difícil decirle que no a un nieto, los abuelos también deben evitar darles dinero siempre que se lo pidan, sobre todo si anteriormente les han dado una paga y ya se la han gastado. De este modo, aprenderán que el dinero se acaba y que es importante ahorrarlo si se quiere adquirir algún capricho. Además, si un nieto quiere ahorrar la paga, es importante que se le guíe para que puedan gestionar su dinero correctamente y alcanzar la cifra que necesita.
En caso de que un abuelo quiera darle mayores cantidades de dinero a su nieto, no obstante, siempre puede hablar con sus padres para abrir una cuenta corriente a su nombre en la que poder hacer ingresos periódicos. Poco a poco, se irá formando un pequeño fondo de ahorros que el pequeño, cuando crezca, podrá disfrutar.