¿Por qué los supermercados no tienen ventanas?
Hay un motivo para que no haya ventanas en los supermercados
Como la distribución de los productos, todo es cuestión de estrategia
Sin ventanas perdemos la noción del tiempo y pasamos más tiempo dentro del supermercado
Lo hacemos todos. Cada semana pasamos más de una vez por el supermercado. Está el día de la gran compra y los días que hay que pasar a por esas dos o tres cosas que nos hacen faltan. Tenemos bien mecanizado todo el proceso y sabemos donde está aquello que buscamos, por eso cuando cambian la distribución de los productos parecemos un pulpo en un garaje por sus pasillos. Sin embargo, entre que coges la fruta, pasas por la carnicería y buscas tu detergente favorito, puede que no te hayas percatado de algo muy evidente en estos establecimientos.
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Da igual al supermercado que vayas que no, no hay ventanas. Entre los pasillos de la leche, los de aseo o los de conservas no hay más que estanterías llenas de productos. Cuando te toca hacer una compra grande es más que probable que, si entras por la tarde, siendo aún de día, cuando salgas el sol ya haya caído y haya oscurecido, perdiendo por completo la noción del tiempo.
Cuestión de estrategia
Ahí está una de las claves de por qué no hay ventanas en los supermercados. Todo es cuestión de estrategia. Al igual que todos los productos están distribuidos de forma estratégica para llamar tu atención y que vayan al carrito, no ver qué pasa fuera también lo es. Sin ventanas perdemos esa noción del tiempo, evitando que vayamos con prisas y así nos mantengamos más tiempo dentro del establecimiento, lo que significa que probablemente compraremos más al ir por los pasillos con más tranquilidad.
Al final todo es marketing, hasta nuestras visitas cotidianas al supermercado. Todo está pensado para que influya en nuestro comportamiento y que la mayor cantidad de productos terminen en nuestra cesta. Seguro que te habrá pasado en más de una ocasión que, al final, tu carrito, casi sin quererlo acaba hasta arriba.
También es cierto que la mayoría de los productos de los supermercados necesitan mantenerse en lugares frescos y secos, por que la luz exterior podría influir, de ahí que no tengan ventanas y que la luz exterior pueda deteriorar más rápidamente algunos productos. ¿Te fijarás a partir de ahora en tus próximas visitas al super?