Los inspectores de Hacienda vienen denunciando en los últimos años un aumento de los cambios de residencia simulados para pagar menos impuestos. Por lo general son ciudadanos con rentas altas y un importante patrimonio que trasladan de manera ficticia su domicilio fiscal a otras comunidades donde se pagan menos impuestos. Pero cualquier ciudadano puede ahorrar en el IRPF en función de donde esté su domicilio fiscal. ¿Se puede cambiar de domicilio fiscal? ¿Cómo se hace? ¿Es legal?
Al igual que las empresas, los ciudadanos también tenemos un domicilio fiscal, que es el lugar donde pagamos los impuestos. Para Hacienda, tu domicilio fiscal es el lugar donde resides habitualmente. Por defecto se entiende que tu domicilio fiscal será donde residas la mayor parte del año. Los tres criterios que Hacienda tiene en cuenta son los siguientes:
También en ocasiones especiales Hacienda puede considerar que tu domicilio fiscal está en el lugar donde trabajas habitualmente.
Por tanto, tu domicilio fiscal deberá radicar donde vives, o bien donde esté tu lugar de trabajo habitual. Si no es así, el cambio de domicilio fiscal puede ser considerado simulado, y si Hacienda realiza una inspección para comprobar los datos, podrá sancionarte.
Los impuestos nacionales son iguales para todos, pero los autonómicos, no. En algunos lugares se paga más que en otros. Esto se nota sobre todo en los impuestos que gestionan las CCAA, como son los de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio. Si tienes curiosidad, el reciente estudio del Consejo General de Economistas "Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2020", presenta los impuestos que se pagan en cada CCAA. En Extremadura y en la Comunidad Valenciana es donde se paga más por los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, frente a Cantabria o Madrid, donde se paga muy poco o nada.
También puedes ahorrarte una cantidad importante en el tramo autonómico del IRPF, donde las diferencias son importantes entre Madrid, donde se paga entre un 9% y un 21%, y Cataluña donde se paga entre un 12% y un 25,5%.
Estas diferencias entre los impuestos que se pagan en una u otra CCAA hacen que algunos decidan trasladar su residencia a comunidades más favorables impositivamente hablando. Es el dumping fiscal. Pero hay quien va más allá, y para ahorrarse impuestos deciden notificar a Hacienda un domicilio fiscal ficticio, esto es, dicen que viven o trabajan en una Comunidad, cuando no es cierto.
Si reúnes las condiciones, es decir, si cambias de domicilio o de lugar de trabajo, solicitar un cambio de domicilio fiscal es sencillo, y obligatorio. Si no lo haces, te pueden multar con 100 euros. Si tienes certificado electrónico o DNI electrónico, puedes realizar el trámite de forma telemática en la propia página web de la Agencia Tributaria.
Si no tienes certificado o DNI electrónico, puedes descargarte el impreso y presentarlo personalmente en la Administración o Delegación de la Agencia Tributaria que te corresponda.
Hacienda ha habilitado un número de teléfono donde tramitar exclusivamente de cambio o modificación del domicilio fiscal, a través del número 901 200 345.
Es posible que estés empadronado en un sitio y tengas el domicilio fiscal en otro. Es conveniente que cambies uno u otro para evitar problemas. Hacienda interpreta que si no te has empadronado en una casa, es que no vives en ella. Si es tu caso, debes saber que seguramente te tocará litigar y pagar una multa por haber incumplido tus obligaciones censales.
Además del padrón hay otras fórmulas de demostrar que una vivienda es efectivamente tu domicilio fiscal, como son los recibos de suministro del hogar. De hecho, esta es una información que Hacienda utiliza cuando padrón y domicilio coinciden pero sospecha que una persona no habita efectivamente la vivienda. El problema es que la Agencia Tributaria obvia los datos de consumo cuando se utilizan en su contra, y deberás ir a juicio. Guarda los recibos por si tienes que presentar batalla legal, y tendrás muchas papeletas de llevarte la victoria.
Simular un domicilio fiscal para ahorrarte impuestos es peligroso. Los inspectores de Hacienda ha incrementado sus investigaciones en cambios de domicilio irregulares, y si abren un procedimiento de inspección y descubren que tu domicilio fiscal es simulado, tendrás que devolver todo lo que te has ahorrado en el mejor de los casos y, muy probablemente, pagar además una cuantiosa multa.