¿Eres hormiga o cigarra? Este es el colchón que deberías tener ahorrado para imprevistos
Disponer de un fondo de emergencia te permite afrontar los gastos imprevistos sin que tengas que endeudarte
Este colchón financiero dependerá de las circunstancias personales y de que tu perfil sea más o menos conservador
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La vida está llena de imprevistos que, como su propio nombre indica, no vemos llegar y nos pueden suponer un importante revés financiero. La lavadora que se estropea, el coche que se empeña en averiarse en el peor momento, una invitación a una boda con la que no contábamos, un despido traicionero... Para estos casos es importante tener un fondo de emergencia al que recurrir, un colchón que te permita afrontar estas sorpresas sin que tengas que endeudarte o trastocar tu proyecto vital.
Lógicamente las dimensiones de este colchón dependerán de las circunstancias personales de cada persona. En función de los ingresos, los gastos, personas a cargo y responsabilidades varias podremos afrontar el ahorro de una forma u otra. En este sentido, Bankinter plantea dos fórmulas para calcular cuál sería la cantidad idónea que necesitas tener en tu cuenta corriente dependiendo de que tu perfil sea más o menos conservador.
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La opción menos conservadora
Los expertos aconsejan acumular un fondo de emergencia equivalente a entre tres y seis meses de gastos normales. Es decir, la cantidad necesaria para pagar la hipoteca o el alquiler, la cuota del resto de préstamos, así como la comida, luz, seguros, colegios, etc. durante ese periodo. En un ejemplo práctico, si tu sueldo es de 2.000 euros netos y tienes unos gastos mensuales totales de 1.500 euros, la cantidad que deberías destinar al fondo de emergencia debería estar entre los 4.500 y 9.000 euros.
La opción más conservadora
Esta opción para calcular el importe del colchón financiero aconseja contar el equivalente a entre tres y seis meses de salario o de ingresos mensuales. En el ejemplo anterior equivaldría tener una reserva de entre 6.000 y 12.000 euros.
De esta forma, una persona con una salario neto de unos 2.000 euros al mes estaría en una posición saneada para afrontar imprevistos conservando en la cuenta corriente entre 4.500 y 12.000 euros, según su perfil, y buscar un destino más rentable para el resto de su liquidez.
Optimizar el dinero sobrante
Si ya tienes hechos tus deberes y resulta que tu colchón de ahorro se inscribe en esos márgenes, quizás sería recomendable destinar el resto de tu liquidez a invertir en productos de ahorro-inversión a medio y largo plazo que permitan generar unos intereses superiores a la inflación. Tener el dinero 'parado' nos hará perder adquisitivo debido a la inflación.
En cualquier caso, deberás asegurarte de que los productos en los que inviertas se adapten a tus características y perfil de inversión. Como consejo final, conviene revisar periódicamente la cantidad que se necesita en el fondo de emergencia para reducirla o incrementarla si ha quedado desfasada, de modo que siempre te encuentres en el punto justo de tranquilidad para afrontar imprevistos.