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Una de las noticias de la semana, que como es de costumbre no son pocas, es el patrimonio que tiene el rey Felipe VI. No por una investigación o una filtración, todo lo contrario, el propio monarca a través de un comunicado el pasado lunes hacía público el total de su patrimonio, que asciende a 2'5 millones de euros, como muestra de "transparencia y ejemplaridad" y con el objetivo de "reforzar la confianza" de la sociedad española hacia la institución. Es una decisión sin precedentes en nuestro país, pero ¿hacen lo mismo el resto de las monarquías europeas y del mundo? ¿O solo se conoce la asignación que reciben?
En el desglose de los 2.573.392'80 euros que el rey Felipe VI tiene de patrimonio, tal y como ha informado Casa Real, 2.267.942'80 forman parte de "depósitos en cuentas corrientes o de ahorro y valores representativos de la participación en fondos propios de cualquier entidad", mientras que 305.450 euros son "obras de arte, antigüedades y joyas de carácter personal" previamente tasadas. Si bien es un primer paso hacia la transparencia, por lo general esta declaración del Jefe del Estado español va por delante de otras monarquías cercanas.
En Reino Unido nunca se ha revelado el patrimonio personal de la reina Isabel II, pero sí son muchas las pesquisas que a lo largo de los años se han ido lanzado sobre la fortuna personal de la monarca. The Times desvelaba hace no mucho que Isabel II contaría con un colchón económico de uno 500 millones de euros, donde se incluyen propiedades tan reconocidas como el Castillo de Balmoral. Aunque su patrimonio no es público, sí lo son sus cuentas, ya que publican cada año cuanto gastan en agua o luz, por ejemplo.
¿Qué hay de las monarquías nórdicas? Algo parecido, el patrimonio personal de las familias reales es complicado de saber, pero sí que es público el sueldo y los gastos anuales que generan. No obstante, como ocurre con la reina Isabel II, existen estimaciones sobre el patrimonio de cada casa real. La reina de Dinamarca, Margarita II, cuenta con un patrimonio estimado de 40 millones de euros, mientras que a Carlos XVI de Suecia se le atribuyen alrededor de 60 millones y a Harald V de Noruega unos 30 millones. No obstante, no dejan de ser estimaciones y cálculos.
Continuando con otras monarquías vecinas, del rey de Bélgica se conoce que recibe 11'5 millones de euros al año de asignación. No obstante, el monarca anterior, Alberto II, hizo público en 2001 tras los rumores de su riqueza que su fortuna ascendía a unos 12'5 millones. Por su parte, en Países Bajos poco se conoce del patrimonio personal del rey Guillermo, pero en este año la asignación asciende a 6'1 millones de euros, de los que 5'1 van destinados a gastos de materiales y de personal. Sin embargo, se conoce que el monarca adquirió hace una década una casa de veraneo en Grecia, que tiene un yate valorado en 2 millones de euros o que es el propietario de varios terrenos en el país.
Si nos vamos a los más ricos, según datos de la revista Forbes sobre el patrimonio neto de las monarquías en 2019, la de Luxemburgo ascendía a más de 3.700 millones de euros, la de Liechtenstein a más de 3.265 millones y la de Mónaco a algo más de 933 millones.
No obstante, más allá de las fronteras europeas existen otras con fortunas mucho mayores. Se estima que la más rica es la monarquía tailandesa, con el rey Maha Vajiralongkorn como monarca. En 2018 Business Insider calculaba que su fortuna ascendía a unos 27.000 millones de euros, colocándolo como el monarca más rico del mundo. Hassanal Bolkiah, sultán de Brunéi, tiene unos 18.000 millones de euros, mientras que el patrimonio del rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz se cree que asciende a unos 16.000 millones. Por detrás, el emir Jalifa bin Zayed Al Nahyan, de Abu Dabi con uno 13.500 millones.