En julio más de 444.000 personas van a ver cómo su pensión sube entre 60 y 100 euros al mes. Son los perceptores de pensiones no contributivas, las prestaciones de subsistencia para aquellos que llegan a la jubilación sin cotizar el mínimo de 15 años exigido, o los discapacitados que carezcan de rentas.
El Gobierno ha aceptado una propuesta de EH Bildu para subir las pensiones no contributivas un 15% desde el próximo mes de julio. Estas prestaciones las reciben los que llegan a la jubilación sin haber cotizado al menos 15 años, y aquellos menores de 65 años con una discapacidad superior al 65%.
Hay dos tipos de prestaciones no contributivas, las de jubilación y las de invalidez, y en ambos casos es requisito imprescindible carecer de rentas suficientes. Este año el listón está en los 5.890 euros. Aunque la cantidad sube, si se convive con otros familiares, como se ve en el siguiente cuadro.
Además del límite de ingresos se piden estos requisitos.
La cuantía individual de la pensión no contributiva de jubilación se establece en función de las rentas personales y de las de su unidad económica de convivencia. Las cuantías medias de las pensiones no contributivas de jubilación en 2022 está en los 427,56 euros mensuales. La subida del 15% las situaría en los 491,7 euros al mes, 64,13 euros más que ahora.
Por su parte, las pensiones medias de invalidez están en los 461,69 euros mensuales, con la subida se quedarían en 531 euros, con una subida de 69,25 euros.
El acuerdo alcanzado compromete al Gobierno a que la subida del 15% de estas prestaciones se incluya en el próximo decreto ley para prorrogar, hasta el 31 de diciembre de 2022, las medidas de respuesta económica a la crisis provocada por la guerra en Ucrania. Es probable que este aumento se consolide el año que viene. En total, el coste mensual para el Estado de las pensiones no contributivas es de algo más de 196 millones de euros. La subida costará al Estado en estos 6 meses unos 180 millones de euros.
Las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez no son compatibles. No se pueden cobrar las dos a la vez aunque se cumplan los requisitos.
En cambio, la pensión de invalidez no contributiva es compatible con el salario por trabajo hasta un límite de 12.847,84 euros anuales, que es la suma de la pensión no contributiva, más el IPREM (indicador público de rentas de efectos múltiples). Si se supera dicha cantidad, la pensión se reduce para no sobrepasar el límite establecido.
En algunos medios se ha publicado que las pensiones de viudedad suben ese 15%. No es cierto. Lo que pasa es que el 65% de las perceptoras de pensiones no contributivas son mujeres, y muchas, viudas. Las pensiones de viudedad son pensiones contributivas, y no entran en el acuerdo. En este enlace puedes ver toda la información del Imserso sobre pensiones contributivas, con los distintos tipos de beneficiarios y requisitos. El Imserso es el organismo encargado de gestionar este tipo de prestaciones.
Cabe recordar que este año 2022 se ha puesto en marcha el complemento de pensión de 525 euros al año para los pensionistas no contributivos que acrediten no tener vivienda en propiedad y vivir de alquiler en una vivienda que no pertenezca a ningún familiar. Este complemento solo lo podrá recibir el titular del contrato de alquiler.
Estas prestaciones se suben ahora gracias a una negociación parlamentaria del Grupo EH Bildu, que permite al Gobierno desbloquear la ley de planes de pensiones de empresas, que llevaba semanas parada en el Congreso por falta de apoyos.
El proyecto de ley de promoción de planes de pensiones públicos es una de las medidas previstas en la segunda parte de la reforma de pensiones. Su objetivo es que aquellos trabajadores con rentas más bajas puedan acceder a este tipo de ahorros complementarios donde la empresa pone una parte, y el trabajador otra. Se trata de planes de promoción pública y gestión privada que se constituirán en el marco de la negociación colectiva.