¿Más años y menos paga? Así serán las pensiones en 2050 según los expertos
En 2050, por cada persona mayor de 64 años habrá 1,7 personas en edad de trabajar, frente a las 3,4 actuales
Los ajustes en pensiones recaerán en los boomers y en sus hijos
Los planes de ahorro complementarios serán obligatorios
Si rondas los 50 vete haciendo a la idea: vas a trabajar más años para cobrar una pensión peor que las de hoy. El informe sobre España en 2050 presentado por el Gobierno no lo dice así de claro, pero da muchas pistas de por qué dentro de 30 años, las actuales condiciones para la jubilación te parecerán un lujo.
En este informe han trabajado más de 100 expertos independientes para dibujar un escenario realista de cómo estará el país dentro de 30 años, y de qué cosas se pueden hacer para que el toro del envejecimiento no nos pille en calzoncillos.
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Datos tozudos
Hacer previsiones a 30 años vista es arriesgado, pero hay cosas que se saben con bastante certeza. La esperanza de vida al nacer va a aumentar en 3,8 años para los hombres y 3,1 para las mujeres de aquí a 2050, alcanzando casi los 85 y 90 años, respectivamente. Nuestra sociedad va a ser más vieja, sin que la fecundidad y las migraciones lo puedan revertir. Esto significa más personas cobrando pensiones durante más tiempo.
En 2050, por cada persona mayor de 64 años habrá 1,7 personas en edad de trabajar, frente a las 3,4 actuales. En las próximas tres décadas, España perderá 3,7 millones de personas en edad de trabajar (16-64 años), una caída del 12% respecto a la situación actual, que se producirá, sobre todo, a partir de 2030. Esta disminución se traducirá en una reducción del crecimiento económico y de la renta per cápita de España. En este escenario, la brecha entre el gasto en pensiones y los ingresos por cotizaciones sociales tenderá a ampliarse.
Vas a trabajar más años
¿Qué se puede hacer para evitar el colapso del sistema? Los expertos recomiendan varias medidas y todas serán asumidas por los boomers y por sus hijos.
Primero, incorporar al mercado laboral a los que se salen antes de tiempo, los de entre 55 y 66 años. España tiene una tasa de participación laboral en los mayores de 55 años muy inferior a la de países como Suecia, Dinamarca o Reino Unido. "Si lográramos equiparar las tasas de actividad de la población entre 55 y 74 años a las que tienen estos países, España ganaría 1,6 millones de personas activas", explican los expertos en el informe. El objetivo es pasar del actual 62% de tasa de actividad en estas edades, al 67% en 2050.
¿Cómo? El informe habla de "adecuar los trabajos futuros a las capacidades e intereses de los trabajadores y trabajadoras más sénior". Crear mecanismos fiscales y salariales que permitan "adaptar, flexibilizar y fomentar la participación en el mercado laboral de las cohortes mayores". Y de romper estereotipos, dando a comprender a quien trabaja y a quien emplea que "la situación física y las capacidades laborales de las personas de 70 años no distan mucho de las que tienen personas de 65".
Más allá de los 67
Si tienes menos de 55 años es muy probable que te toque trabajar más allá de los 67 años que será la edad de jubilación ordinaria en 2027. De hecho, uno de los objetivos que plantea el informe es que la tasa de actividad más allá de la edad de jubilación pase del 5% actual al 11% en 2050.
"En las próximas décadas, y una vez evaluado el efecto del resto de medidas, habría que valorar la necesidad de adaptar la edad de jubilación al aumento de la esperanza de vida, sin dejar de prestar atención a las desigualdades en salud" reza el informe de los expertos, que explican que "aunque (la jubilación a los 67 años) no es un umbral bajo en el contexto europeo, constituye un límite estático que puede quedar obsoleto a medida que aumente la longevidad". Es decir, conforme aumente la esperanza de vida, también aumentará la edad de jubilación.
Pensiones más ajustadas
Las pensiones del 2050 serán más ajustadas. Para equilibrar el sistema es necesario reducir gastos, es decir recortes. Como la palabra recorte está maldita, nade la quiere utilizar, pero serán inevitables por mucho que se quieran disfrazar. El primero vendrá de la mano del factor de sostenibilidad o de equidad intergeneracional. No está definido, pero supondrá ajustar la cuantía de la pensión a algunos parámetros como la esperanza de vida u otros, que, a la larga, supondrá que cobraremos menos que ahora.
Otra forma de recorte es la obligación de contratar planes de ahorro durante la vida laboral. Ahora poca gente suscribe un plan de pensiones, o bien porque los sueldos no llegan, o porque confiamos en que con la pensión que nos quede nos podremos apañar. Los expertos aseguran que los planes de pensiones de empresa serán algo común y obligado en 2050, pero alertan de que "las personas con menor nivel de renta tendrán mayores dificultades para generar un colchón de ahorro, por lo que habrá que prestar una especial atención a estos colectivos. De hecho, se está barajando la creación de un fondo público que facilite el acceso a los planes de empleo por parte de pymes y autónomos", dice el informe.
Los recortes también afectarán a las pensiones de viudedad para las que el informe augura que "habrá que repensar el funcionamiento de pensiones como la de viudedad y su adaptación progresiva a un mundo en el que la mujer tendrá unos niveles de formación y desarrollo profesional equiparables a los de los hombres". Es decir, es muy probable que algunas pensiones de viudedad dejen de ser compatibles con el cobro de otras prestaciones.
Otras propuestas
Los expertos también incorporan otras medidas que se podrían tomar para mejorar las perspectivas actuales y fomentar la permanencia de los mayores de mañana en el mercado laboral y en la participación social.
- Avanzar progresivamente hacia la simplificación y adaptación de las figuras de jubilación anticipada, parcial, flexible y activa, para mejorar la compatibilización entre pensión y trabajo.
- Desarrollar programas integrales de retención y reincorporación de trabajadores y trabajadoras sénior.
- Crear programas para la preparación de las transiciones desde la vida laboral a la jubilación a partir de servicios de orientación individualizada.
- Implementar campañas que impulsen el cambio de percepción sobre la vejez, eliminando los estereotipos negativos y los prejuicios que existen en la actualidad.
- Apoyar el emprendimiento sénior, mejorando los incentivos para que las personas de edad avanzada creen sus propias empresas alineadas con sus intereses y valores vitales, y facilitando la creación de redes de contacto para promover la difusión de conocimientos y buenas prácticas entre este colectivo.
- Generar espacios y programas donde las personas mayores puedan mantener y fomentar una ciudadanía activa, que contemplen el desarrollo de redes interpersonales y la creación de nuevos vínculos. Las personas mayores que participen en actividades sociales generales o para su comunidad podrían tener reconocidas compensaciones en especie (no pecuniarias) en el disfrute de bienes y servicios públicos de su elección, o “créditos” intercambiables por estos servicios u otras prestaciones.