Renta vitalicia, un dinero extra para la jubilación: qué es, cuándo compensa y qué riesgos supone
La renta vitalicia puede ser un gran desahogo para la jubilación si se quiere recibir un dinero extra a la pensión pública
Hay varios tipos dependiendo de las intenciones de cada uno y de los riesgos que se quieran correr
Que hay más opciones para recibir pensiones complementarias a la pública tras la jubilación es sabido por todos, pero lo que muchas veces no queda claro es la cantidad de productos financieros de este tipo que existen. Seguramente el más conocido es el plan de pensiones, pero hay otras muchas clases de rentas ofertadas por entidades bancarias y aseguradoras que quizá desconozcas para seguir manteniendo un poder adquisitivo notable tras el fin de la vida laboral. Y uno de esos productos son las rentas vitalicias, una pensión con la que te aseguras recibir un dinero periódico hasta el fallecimiento.
Para recibir una renta vitalicia, que según se haya elegido puede recibirse de forma mensual, trimestral o anual, el interesado abona una prima única, aunque también se pueden hacer aportaciones periódicas. Cada caso concreto depende de la cantidad de dinero que se aporte en el momento inicial, así como de otros factores, como puede ser la edad, para que cada usuario sepa previamente cuánto es, más o menos, la cuantía que va a recibir mensualmente como complemento a su pensión pública.
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Tres tipos distintos
Por supuesto, las rentas vitalicias guardan una cierta complejidad, pues existen varios tipos a elegir para los que decidan decantarse por este complemento tras la jubilación. El primero es la modalidad de capital cedido, probablemente en la que más riesgos se corren, pues no hay que olvidar que no deja de ser un producto financiero. El riesgo viene dado porque en el momento en el que se firma el contrato, la persona se está comprometiendo a mantener este seguro hasta el fallecimiento y, en el caso de que se produzca, no se recupera el capital invertido, por lo que no hay posibilidad de rescate. ¿Cuál es entonces el atractivo de esta modalidad? Principalmente, al correr más riesgos se premia con una renta más alta que en otros casos.
Por su parte, el otro tipo principal de renta vitalicia es la constante o de capital reservado. Mucho más atractiva para aquellos que prefieren no correr grandes riesgos, pues puede ser cancelada en cualquier momento y como dato a destacar, en caso de fallecimiento, los beneficiarios de este seguro podrán recibir el 100% de la prima que se haya aportado. Como es lógico, al ser un producto mucho más flexible en el que los riesgos son mínimos, la cantidad que se recibe periódicamente es menor a la de capital cedido.
Pero no todo queda ahí, porque existe una tercera modalidad que se mantiene entre las dos anteriores, pues es mixta, es decir recoge características de la de capital cedido y de la de capital reservado. Pero entonces, ¿cómo funciona? La renta puede ser cancelada en cualquier momento, pero el valor del rescate dependerá del valor del mercado en ese momento. Y una puntualización muy importante, en caso de fallecimiento los beneficiarios recibirán un porcentaje de aportación que varía con el tiempo, pues disminuye con el transcurso de los años.
Cuidado con algunos puntos
Como en todo, así de primeras puede sonar muy bien, pero la renta vitalicia tiene algún que otro inconveniente que hay que mirar con lupa. Uno de los principales problemas es que en caso de que el mercado de las rentas vitalicias o la aseguradora quebrase, este producto no está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos como sí lo están otros productos financieros, por lo que hay posibilidad de tener grandes pérdidas de dinero.
Por su parte, el interés no suele ser muy alto, más bien bajo, así en la mayoría de casos se requiere de una inversión inicial bastante alta si se quiere recibir una mensualidad decente para mantenerse. Por eso mismo, y observando la tributación dependiendo de la edad, es un producto en especial destinado para personas que quieran planificar su futuro a largo plazo y en concreto que puedan disponer de un capital elevado para una renta complementaria alta.
Además, en cuanto a la tributación de la que hablábamos, es un producto destinado para asegurarse una paga extra en el último tramo de su vida, pues es a partir de los 70 cuando la tributación fiscal es más baja, de tan solo un 8%. Un porcentaje bastante más reducido que en otras edades.
Si te has planteado un seguro de renta vitalicia es hora de poner todas las cartas sobre la mesa y valorar los distintos puntos para ver qué modalidad compensa más y el capital que puedes invertir. De esta manera puedes saber si efectivamente va a ser un buen complemento para tu pensión pública o por el contrario parece que no va a compensar tanto como creías.