El fundador de Apple y creador del iPhone, Steve Jobs, antes de su renuncia como director ejecutivo ganaba un sueldo de un dólar al año. Es más, desde su regreso en 1997 a la compañía, su salario se mantuvo. Sin embargo, el valor de las acciones que poseía en la compañía se iba multiplicando a raíz de la presentación de nuevos modelos y productos.
No obstante, a pesar de ello, sus ingresos venían determinados por las acciones que poseía, las cuales se traducían en un valor de 1.800 millones de dólares. Estas han ido creciendo con el paso de los años, logrando solo en el 2011, el año de su fallecimiento, incrementarse en un 50% con respecto al 2010.
Este ascenso se debía al lanzamiento de productos como el iPod, iPhone, iPad y, en consecuencia, la popularización de equipos como su línea de escritorio Mac, así como la de portátiles. De esta forma, mucha de la fortuna de Steve Jobs se generó gracias al valor que la compañía tiene en la bolsa, la cual depende de lo bien que le vaya a la empresa.
Así Apple declaró ante las autoridades regulatorias de Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) la irrisoria suma salarial de su CEO. Desde 1997 Jobs se ha autoimpuso cobrar un máximo de un dólar anual por su posición de máximo jefe de la compañía y añadir una retribución en función de qué cuánto podía hacer crecer las acciones de la compañía.
Sin embargo, entre los principales ejecutivos de la firma se pagan sueldos millonarios. Esta estrategia ha sido utilizada por numerosos CEOs famosos de otras compañías como Larry Page y Sergey Brin de Google, Mark Zuckerberg de Facebook o Elon Musk de Tesla. Eso sí, las recompensas con acciones están normalmente unidas a este bajo salario.
Scott Forstall contó hace unos cuantos años una curiosa historia del creador de Apple: "Cada vez que comía con Steve, él insistía en pagar por mí, lo que me pareció un poco extraño. Incluso si entrábamos juntos y él seleccionaba algo rápido como sushi, y yo pedía pizza en el horno de leña, él me esperaría en la caja registradora durante 10, 15 minutos. Me sentía muy incómodo. Finalmente, se lo dije. 'En serio, puedo pagar por mí mismo, así que, por favor, no te quedes ahí a esperarme'. Steve dijo: 'Scott, no lo entiendes. ¿Sabes que pagamos deslizando la identificación de empleado y que luego eso se deduce de tu salario? ¡Solo me pagan un dólar al año! ¡Cada vez que la deslizo recibimos una comida gratis!' Aquí estaba el multimillonario jugándosela a la compañía que fundó por un puñado de dólares".
Detalles de un genio que dan qué pensar.