¿Qué es más rentable, comprar o alquilar una casa? Las claves para tomar la mejor decisión
De la decisión entre comprar y alquilar casa, depende en gran medida situación financiera de tu familia.
Cada una de estas opciones tiene sus ventajas y desventajas. Ambas opciones son aceptables.
Si nos encontramos en plena búsqueda de una nueva vivienda, habitualmente nos planteamos una cuestión lógica: ¿es más inteligente optar por el alquiler o la compra?
Por un lado, alquilar nos puede parecer "tirar el dinero", porque nunca nos vamos a hacer con la propiedad, pero firmar una hipoteca también supone desperdiciar una gran parte del dinero en intereses, impuestos o comisiones. Además, implica un gran desembolso inicial y un compromiso que marcará nuestra economía durante décadas.
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La elección, a simple vista, no es fácil. De hecho, lo primero que hay que saber es que no existe una mejor opción en general, sino que dependerá de cada caso. Por eso, antes de tomar una decisión tan importante, es necesario haberse planteado varias cuestiones que desgranaremos en los siguientes puntos.
España es un país donde, tradicionalmente, se ha apostado por la adquisición de viviendas frente al arrendamiento. Sin embargo, a la hora de elegir entre alquilar o comprar, debemos tener en cuenta diferentes aspectos que empiezan por nuestro propio perfil, pero que también pasan por tener claras las prioridades vitales que tenemos y los gastos que hay que asumir al comprar una vivienda. Estas son las 3 claves que debes tener en cuenta para tomar la mejor decisión.
1. Para comprar necesitas ahorros y tener un buen perfil
Muchos no saben que para poder solicitar una hipoteca hay que tener ahorrado aproximadamente el 32% del valor de la vivienda. De esa parte, un 12% se debe destinar a abonar los gastos de hipoteca y de compraventa y un 20% a pagar la parte que los bancos actualmente no financian (ya que generalmente solo conceden el 80% del valor de tasación o compraventa).
Y además de los ahorros, los bancos valoran otros factores antes de decidirse por concedernos una hipoteca o no, como la edad, los ingresos mensuales, la estabilidad laboral o nuestros ahorros. Y es que nuestro perfil y la política de la entidad decidirán la concesión, pero también las condiciones que tendrá la hipoteca.
Nuestros ingresos también influirán en la casa y la hipoteca que nos podemos permitir. Por eso es útil usar calculadoras que nos permitan conocer el valor de la vivienda a la que podemos aspirar. Asimismo, debemos tener en cuenta que nunca debemos dedicar más del 35% de nuestros ingresos a pagar las deudas financieras, incluida la cuota del préstamo hipotecario.
2. Compromiso a largo plazo
Otro aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de decidir si comprar o alquilar es que, si tenemos que pedir una hipoteca, tendremos un compromiso a largo plazo con el banco y, probablemente, nos limite la movilidad geográfica.
Eso puede no ser un problema para muchos, pero si tenemos pensado cambiar de ciudad a corto o medio plazo o nuestro trabajo nos hace vivir en diferentes localidades, deberemos plantearnos seriamente si es mejor optar por el alquiler o la compra.
En cualquier caso, si tenemos claro que preferimos comprar, pero en unos años nuestra situación cambia y tenemos que mudarnos, siempre podremos optar por vender la vivienda o por alquilarla y, con lo que saquemos, hacer frente al pago de la hipoteca.
3. Hay que estar atento a la evolución del precio de la vivienda
A la hora de decidirnos entre comprar o alquilar es básico que nos informemos bien del precio de la vivienda (de compras y de arrendamientos) y también de su evolución. De esta manera podremos ver si es un buen momento para hacer una inversión en vivienda o si, por el contrario, el precio de los inmuebles es muy alto y es un mal momento para comprar.
¿Cuándo conviene comprar?
Una vez analizadas estas claves, queda ver en qué casos podría ser mejor decantarse por la adquisición de la vivienda. En principio, si se cumplen los siguientes requisitos, la compra será una opción más adecuada:
- Si queremos ser propietarios de un inmueble. Lógicamente, si no queremos tener una vivienda en propiedad, es mejor que nos decantemos por el alquiler.
- Si tenemos un buen perfil, es decir, si contamos con los ahorros y la estabilidad laboral suficiente para financiar la vivienda.
- Si la casa o el piso que nos interesa se vende por un precio adecuado y no se ha producido una burbuja de precios en esa zona.
¿Y alquilar?
Hay situaciones en las que nuestra posición o las preferencias que tengamos hacen que la balanza de alquiler o compra se decante hacia la primera opción. Veamos en qué situaciones puede ser más conveniente optar por el arrendamiento:
- Si nuestro perfil no nos permite conseguir una hipoteca. Hay que destacar que los gastos de entrada de un alquiler son mucho más bajos (se suele pedir el mes en curso, dos más de fianza y los honorarios de la inmobiliaria).
- Si nos mudamos con frecuencia, ya sea por cuestiones familiares o laborales. En ese caso, el arrendamiento nos dará una mayor libertad y no tendremos que lidiar con los gastos de mantenimiento de una casa en propiedad.