El 'seguro de los muertos' es una de las tradiciones más arraigadas en la cultura española. Durante décadas fue costumbre, especialmente en los pueblos, que los corredores de seguros pasaran por las casas periódicamente para cobrar 'los muertos', como se conocía a la póliza de decesos destinada a correr con los gastos del entierro. Hoy los cobros están domiciliados y las contrataciones se hacen online, pero sigue siendo una de las coberturas más extendidas: un 47% de españoles cuenta con ella.
Pero para haberse mantenido en el tiempo como un producto estable este seguro ha tenido que renovarse, adaptarse al mismo ritmo que cambia la sociedad, dejar atrás su carácter meramente indemnizatorio y evolucionar hacia la prestación de servicios, cada vez más amplios y variados.
El seguro de decesos es un producto familiar, por lo que muchas aseguradoras se han centrado en servicios añadidos muy enfocados hacia la salud y los hábitos de vida saludable. En sentido, incorporan videoconsultas de medicina general, de urgencias, psicológicas, chat médico 24 horas o servicios de receta electrónica. Y dado que las mascotas son ya uno más de la familia, las pólizas de decesos ofrecen también cuidado y acompañamiento de las mascotas y consultorio veterinario.
Para atraer también a los jóvenes hacia el ramo de decesos, cada vez más aseguradoras añaden a la garantía principal otras con componentes tecnológicos y digitales. En los últimos años una de las que se está generalizando es la tramitación del borrado de la huella digital del fallecido, una tarea cada vez más ardua ante la proliferación de redes sociales y bases de datos de todo tipo que existen hoy en día.
También son cada vez más las compañías que incluyen la redacción del testamento o el acompañamiento a las familias en los trámites a seguir para la formalización de las herencias, incluso apoyo psicológico. Y prácticamente todas incluyen la posibilidad de la cremación.
Los gastos funerarios en España oscilan entre los 3.500 y los 6.000 euros, en función del tipo de entierro que se desee contratar. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advertía hace tiempo que en la mayoría de los casos el asegurado terminará pagando bastante más de lo que le costaría contratar los servicios de una funeraria para el entierro. No tenía en cuenta el precio de la tranquilidad y la despreocupación por asuntos administrativos y burocráticos, en el peor momento, que en realidad es es el verdadero valor añadido del seguro de decesos
Pese a la crisis, y pese a que este seguro tiene una amplia implantación, este ramo no para de crecer, a cierre del mes de septiembre, el seguro de decesos ha crecido un 2,37% respecto al mismo periodo del año anterior. Y en 2021 creció un 4%. Según Unespa, más de un 40% de los jóvenes de 20 a 35 años tiene contratado un seguro de decesos. Y el porcentaje alcanza el 60% entre las personas de 75 y 79 años.