¿Qué son los fideicomisos y cómo funcionan en España?
Andrea de VivarMadrid
Los fideicomisos son muy utilizados en España.Pexels
Un fideicomiso es un contrato legal por medio del cual una persona da a otra el permiso de poseer el título de propiedad o activos a favor de un tercero
Es una figura jurídica que puede ser muy útil en diferentes tipos de situaciones
Seguro que en más de una ocasión has oído hablar sobre el fideicomiso. Puede sonar a algo complicado y técnico, pero en realidad es un término que se utiliza en el mundo jurídico de forma habitual. Un fideicomiso es un negocio jurídicoque se celebra entre una persona que aporta los bienes que encarga a otra persona de administrarlos, en el que se establecen las reglas para gestionar unos bienes y asignar a unos beneficiarios.
Pero ¿para qué se utiliza un fideicomiso? En general, se emplea como una herramienta de planificación financiera y patrimonial. Por ejemplo, puede ser útil para asegurar el patrimonio familiar en caso de fallecimiento del propietario, proteger los intereses de un menor de edad o administrar los bienes de una persona con discapacidad, entre otras finalidades.
En definitiva, es una figura jurídica que puede ser muy útil en situaciones donde se requiere proteger y administrar el patrimonio de una persona o un grupo de ellas. El principal objetivo de un fideicomiso es garantizar, bajo un marco jurídico, que los activos estipulados sean transferidos al beneficiario que se eligió. Los fideicomisos son excelentes herramientas para muchos fines personales también, como garantizar la educación de tus hijos, cubrir pagos de deudas y brindar seguridad financiera a quien más quieres.
Tipos de fideicomiso
Financiero. Este tipo de fideicomiso se lleva a cabo entre una pyme o una persona física y el fiduciario. Sirve para establecer y formalizar que el fiduciario tendrá el poder sobre bienes específicos o activos líquidos de la empresa hasta que se transfieran al beneficiario del contrato.
De inversión. En este caso, el fiduciario recibe fondos económicos, bienes o activos para que los invierta, según las condiciones mencionadas en el contrato de fideicomiso.
Inmobiliario. Este título se emplea cuando se quiere realizar una obra de construcción. Los fideicomisos inmobiliarios pueden ser de dos tipos: aquellos que se emplean como fondos de inversión para la compra o construcción de bienes inmuebles y aquellos que son utilizadas para transmitir la potestad de una propiedad a un tercero.Este tipo de fideicomiso se emplea también, por ejemplo, para adjudicar unidades a quienes realizan inversiones para ayudar a otros a emprender. De esta forma, son inversores, pero también beneficiarios.
Público. Esta herramienta ayuda a los gobiernos a suministrar fondos a áreas específicas, con el fin de lograr un desarrollo social y económico de la nación en cuestión. Generalmente, cuando los gobiernos crean este tipo de fideicomisos, los fiduciarios son entidades gubernamentales de índole local, como alcaldías, para que estas usen los recursos en los fines estipulados en el contrato.
Civil. Es el fideicomiso más común y utilizado. Este contrato se da entre personas naturales o jurídicas y, por medio de él, se transfieren bienes o activos por un tiempo determinado para luego pasar a manos del beneficiario. Cualquier bien material o inmaterial puede ser objeto de este tipo de fideicomiso; se pueden incluir, por ejemplo, derechos de dominio sobre propiedades, lotes, oficinas, vehículos, utensilios, etcétera.
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Fideicomiso en España
En España el fideicomiso tiene una serie de características que son importantes conocer:
El fideicomiso es un acuerdo legal entre partes en el que se pretende que una de las ellas, administre un patrimonio que no es suyo, para después transmitírselo al heredero final.
Es un instrumento legal que nos servirá para poder hacer una planificación financiera. Pues se transfieren unos bienes, pero no se pierde el control de estos hasta nuestra muerte. Y, la transferencia es más rápida que si se llegase a tener que hacer una repartición de bienes convencional.
El fiduciario, tiene una figura tipo puente, pues es solo un intermediario entre el fideicomitente y el fideicomisario. Si bien, también es una especie de primer heredero. Y según el tipo de contrato que se firme, puede beneficiarse de los bienes heredados o solo conservarlos y transmitirlos.
Este tipo de actividad está regulada por el Código Civil, y, según el artículo 785.1, en el contrato, debe quedar muy claro que se trata de un fideicomiso. Y de que existe una intención real de transmitir esos bienes.
Por medio de los artículos 784 y 759, se establece que el fideicomiso permite la sustitución condicional. Y que existen una serie de límites que podremos encontrar en el artículo 781.
En España, la figura del fideicomiso es especialmente utilizada en los casos en los que se quiere incluir a una persona en una herencia. O se quiere repartir ésta entre varios beneficiarios indirectos o de forma desigual. Asimismo, también se utiliza esta figura del fideicomiso, en el caso de que el heredero final no haya cumplido la mayoría de edad. O que, por temas de salud, o de otro tipo, se encuentre incapacitado para hacerse cargo de los bienes que va a heredar.