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Las herencias y sus impuestos. Ese quebradero de cabeza que trae por el camino de la amargura a los familiares tras el fallecimiento de un ser querido. Las discusiones por quién se queda qué si no hay un testamento bien definido, las reparticiones y, sobre todo, ajustar cuentas con Hacienda. El impuesto de sucesiones está en la palestra en los últimos días, y ahora es la OCDE, la organización de países más desarrollados, quien ha querido dar su punto de vista sobre el estado de esta tasa en nuestro país. ¿Su conclusión? Habría que aumentarlo.
El impuesto de sucesiones es un gravamen autonómico y que, en nuestro país, es bastante dispar. Por ejemplo, una persona que heredara bienes por valor de 800.000 euros, tendría que pagar más de 100.000 en Asturias, 81.000 en Castilla y León o 63.000 en la Comunidad Valenciana; sin embargo, tan solo 3.150 en el País Vasco, 1.640 en Murcia o 1.586 en Madrid. Por su parte, no tendría que pagar nada ni en Andalucía ni en Cantabria ni en Galicia.
Estas diferencias, y las bajas tasas de algunas Comunidades Autónomas son las que han llevado a la OCDE a lanzar la recomendación de aumentar, o al menos mejorar, el impuesto de sucesiones. Su razonamiento se basa en que los Estados necesitan más ingresos debido a la caída de recaudación por culpa de la crisis del coronavirus y gravar con más impuestos al consumo, como en 2008, podría ser contraproducente para la recuperación económica. Por eso, ven en el impuesto de sociedades un gravamen con mucho camino por recorrer para ingresar más.
Según el informe que han publicado, destacan que, si bien la mayoría de los países de la OCDE, un total de 24, gravan las herencias o donaciones, estos impuestos suelen generar muy pocos ingresos y actualmente representan únicamente el 0,5% de media del total de la recaudación fiscal.
Entre los países analizados la recaudación del impuesto de sucesiones solo sobrepasaba el umbral del 1% del total de ingresos fiscales en Corea del Sur (1,59%), Bélgica (1,46%), Francia (1,38%) y Japón (1,33%). En el caso de España, la recaudación del impuesto de sucesiones representaba el 0,58% del total, por encima de la media del 0,53% del conjunto de la OCDE.
En España, según datos del INE de 2020, las herencias acumularon incrementos al laza del 20% en noviembre, 5% en octubre y 13% en septiembre. Viendo esta oportunidad, desde la OCDE apuntan a que habría que hacer un mayor uso de este tipo de impuestos, "pero será necesario un mejor diseño si se quiere que logren sus objetivos", dicen.
Sin embargo, una vez dado el palo, la OCDE también lanza una serie de recomendaciones para mejorar el impuesto de sucesiones. Así, plantean que se podrían diseñar umbrales para que los herederos de las herencias pequeñas pudieran tener cierta cantidad de patrimonio libre de impuestos.
También plantean tasas impositivas progresivas, de tal manera que quienes reciben más riqueza paguen más impuestos, y que se acabe con el beneficio que tienen actualmente los parientes más cercanos respecto a los herederos más lejanos, quienes tienen que pagar más por recibir la herencia y quedan en una situación de mayor desigualdad respecto a los primeros.
Sin embargo, como ellos mismos admiten, "los impuestos a las herencias no son una solución milagrosa y otras reformas, particularmente en relación con la tributación de los ingresos del capital personal y las ganancias de capital, son clave para asegurar que los sistemas tributarios ayuden a reducir la desigualdad", apostillan.
En este vídeo, Javier Ruiz nos explica en MoneyTalks cómo serán los nuevos impuestos que vendrán, así como los posibles peajes que se está estudiando implantar en las autovías. Dale al play.