La técnica de los 15 minutos de Harvard para mejorar tu rendimiento en el trabajo
Emplear 15 minutos de nuestro tiempo en reflexionar sobre lo que hemos aprendido a lo largo de la jornada aumenta la productividad
Se trata de analizar cómo hemos lidiado con nuestras responsabilidades y cómo podríamos haber optimizado mejor nuestro tiempo
Eliminar tres reuniones de trabajo a la semana aumenta la productividad en un 70%
La productividad en el trabajo tal y como la entendemos en la actualidad ha cambiado notablemente con la implantación del teletrabajo, la tendencia a respetar menos los horarios y el aumento de la disponibilidad. Tanto es así que muchos trabajadores tienen la sensación de pasarse el día entero delante del ordenador. Por eso cada vez es más importante disponer de técnicas que se ajusten a nuestro ritmo de trabajo y a nuestros objetivos laborales para tener una gestión del tiempo mucho más efectiva. En ese sentido, la Universidad de Harvard nos propone una actividad que solo supone 15 minutos al día y puede suponernos una importante mejora en nuestro día a día laboral.
Una investigación desarrollada por Harvard sostiene que dejar de trabajar durante 15 minutos puede mejorar notablemente nuestra productividad. Ese tiempo debemos emplearlo en reflexionar sobre lo que hemos aprendido a lo largo de la jornada y cómo hemos lidiado con nuestras responsabilidades y tareas mejora la productividad.
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Investigación con varios grupos de personas
Para llegar a esa conclusión, los investigadores realizaron un estudio con varios grupos de personas. El primero acababa su jornada laboral sin haber hecho esta pausa para reflexionar, mientras que el segundo grupo sí lo aplicaba. Después de diez días aplicando este tipo de rutina, las personas del segundo grupo habían mejorado su productividad en un 22,8%. Un tercer grupo lo formaban los empleados que además de realizar el ejercicio de reflexión le dedicaban después cinco minutos adicionales a compartir sus reflexiones con un compañero. Este grupo aumentó su rendimiento en un 25%.
'Codificar' las vivencias diarias
La razón por la que esta técnica funciona es porque el cerebro necesita ese tiempo extra de reflexión para 'codificar' las cosas que hemos pasado durante el día. El analizar cómo y por qué hemos resuelto los problemas de una manera y no de otra, o cómo podríamos haber optimizado mejor los tiempos en la gestión de una tarea, nos permite ser mucho más productivos y nos ayuda a gestionar mejor las horas a nuestra disposición.
Esta técnica, combinada con la aplicación de otro tipo de estrategias motivadoras y organizativas según encajen con nuestra personalidad o nuestras necesidades de gestión, también es aplicable a otros perfiles, como pueden ser los estudiantes. Francesca Gino, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard, ha explicado que "cuando las personas tienen la oportunidad de reflexionar, experimentan un aumento de la autoeficacia. Se sienten más seguros de que pueden conseguir cosas. Como resultado, se esfuerzan más en lo que hacen y en lo que aprenden".