Julen Lopetegui llevaba semanas en la cuerda floja. El entrenador del Sevilla durante las últimas tres temporadas ha sido despedido después de que el equipo solo haya logrado ganar uno de los últimos diez partidos que han disputado. Una destitución que hizo oficial el club anoche solo unos minutos después de la derrota contra el Borussia Dortmund. “Se mezclan los sentimientos, pero por encima de todo siento agradecimiento a este club”, expresó el ya exentrenador del equipo.
"Lo que uno se lleva de los lugares en los que ha estado es el cariño, el reconocimiento a lo que has hecho. A mí personalmente me llena de orgullo, me hace feliz dentro de la tristeza que tengo. La afición es muy exigente, es uno de los grandes activos de este club, hace que todos jerárquicamente estén así, todos hemos dado lo mejor de nosotros mismos. He tenido la suerte de comandar este momento histórico en el Sevilla", dijo agradecido Lopetegui. “Este siempre será mi club. Aquí tenéis a un sevillista de por vida”, finalizaba su discurso.
A pesar de ser despedido, Lopetegui no cerró la puerta a volver al club del que hacía días que conocía cuál iba a ser su futuro en vista de los resultados de los últimos partidos. "¿Por qué no? No sé qué nos deparará la vida, el Sevilla será un gran club siempre. No sé si nos volveremos a encontrar, pero sí sé que somos inseparables en el sentimiento".
El caso de Lopetegui llegó hasta el límite al ser despedido y no dimitir a pesar de conocer su destino. Ya con sus palabras demostró el cariño que le tiene al club y a la afición, pero no es fácil irse de un trabajo de forma elegante y sin perder, por así decirlo, los papeles. ¿Cómo hacerlo?
Lo ideal sería anunciarlo con tiempo y no esperar hasta el último momento o llegar hasta el límite, como el caso de Lopetegui, que en este caso no es el mejor ejemplo. Además, es necesario construir bien esa despedida para saber qué y cómo decirlo tanto a los superiores como a los compañeros y así evitar rumores y dar tiempo para asimilarlo.
Algo importante y clave durante ese proceso es no descuidar las obligaciones laborales en las que estés implicado hasta tu último día. Javier Blasco, experto en situaciones de crisis, explicaba a Uppers hace unos meses que para acertar en cómo abandonar el trabajo hay que “saber anteponer los intereses de la organización a la que te debes, de las personas que la componen, y de los colectivos que de ella dependen”.
"Es mejor irse 'por la puerta grande' que esperar a que la organización te fuerce a que abandones", así que por muy elegante que haya sido Lopetegui en su despedida, llega tarde en el abandono de sus labores como técnico del Sevilla.