Dime la música que escuchas y te diré cómo ser mejor en tu trabajo
Elegir bien el tipo de música que se escucha para realizar un trabajo puede ayudar a aumentar la productividad
Depende del tipo de tarea que se realice, ya que no es lo mismo un trabajo que requiera mucha concentración que uno más físico
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Trabajar en silencio es lo ideal para mucha gente, pero también hay bastantes personas que disfrutan de escuchar música mientras realiza sus tareas, tanto en la oficina como en casa. Según una encuesta de TotalJobs realizada a más de 4.500 personas, un 79% de los empleados aumenta su productividad al escuchar música. Y el 59% creía que era beneficioso para su salud mental. En general, los trabajadores menos estresados y más felices tienen más probabilidades de mostrarse efectivos en su día a día.
Sin embargo, el tipo de música que escuchemos también puede incidir en nuestro rendimiento en el trabajo, positiva o negativamente, ya que influye en el funcionamiento de nuestro cerebro, en las emociones y en el estado de ánimo. De modo que, según qué canciones y circunstancias personales, la música puede llevar a la desmotivación y, por tanto a dificultar la realización de una tarea.
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Elegir la música correcta para trabajar depende de varios factores, y también del tipo persona que se sea. Por ejemplo, no es lo mismo ser extrovertido que introvertido. Ni tampoco es igual un trabajo que requiera mucha concentración que uno que sea más físico. No se trata de poner música solo para pasar el rato, sino de hacer una selección adecuada orientada a cumplir con el objetivo. Algunas de las pautas son las siguientes:
Canciones desconocidas
Las tareas que implican un esfuerzo mental se pueden realizar mejor con canciones desconocidas, ya que si no se sabe la letra se evita terminar cantando la canción y desconcentrarse. En cambio, si se trata de una actividad física, conocer la canción puede favorecer la motivación para realizar la tarea.
Versiones instrumentales
Es casi un género en sí mismo el de canciones famosas interpretadas solo por instrumentos musicales. Son muy adecuadas para trabajar, ya que aunque las conozcamos, al no tener letra nos permite mantener el ritmo, haciendo ameno el trabajo sin afectar de forma negativa la productividad.
Canciones sin letra
Cuando el trabajo requiere un nivel alto de concentración, los temas instrumentales son ideales, ya sean conocidos o desconocidos. Empleos relacionados con las palabras, como el de escritor o periodista, tendrán un mayor rendimiento acogiéndose a esta opción. No olvidemos que las canciones con letra para este tipo de tareas demandan al cerebro un doble esfuerzo, el de estar atento a las palabras propias del trabajo y a las de la canción.
Tipo de música
Quizás sea la variable más importante a la hora de relacionar trabajo y productividad. El estilo o género musical siempre debe adaptarse al tipo de la labor que se desarrolle. El mito de que la música clásica es lo mejor no tiene por qué ser cierto. Depende del trabajo que se realice. Sí es recomendable para empleos que requieren imaginación y muchas horas sentado, pero si la tarea es más física o mecánica, pop, rock, heavy metal o dance te mantendrán más activo. Y para tareas repetitivas delante de un ordenador, nada mejor que el jazz o la música ambiental.
Dispositivos adecuados
Los dispositivos elegidos para escuchar la música también tienen influencia en cómo realizamos nuestras tareas. Cuando el trabajo implica un esfuerzo físico, lo más adecuado pueden ser fuentes de sonido directas como cascos o altavoces cercanos. Pero no es tan recomendable tener la música tan cerca si se demanda una concentración mental.
Emociones y recuerdos
Seleccionar canciones que hayan marcado vivencias nuestras importantes tampoco es recomendable. Si la música nos hace recordar situaciones dolorosas o felices siempre tenderán a desconcentrarnos de nuestra tarea. Nos centraremos más en ese sentimiento y recuerdo y dejaremos de prestar atención al trabajo.