10 errores comunes en la búsqueda de empleo a partir de los 50 y cómo evitarlos
Muchos de los problemas que dificultan su reinserción laboral en esta etapa de la vida no son cuestiones inevitables
La experiencia y la madurez no solo son valiosas, sino que también son activos que pueden hacernos destacar en un mercado laboral competitivo
Santiago Bernet, experto en empleo sénior: "Los mayores de 50 aportan una combinación única de experiencia y resiliencia"
Encontrar empleo después de los 50 años puede parecer un desafío monumental para muchos. En un mercado laboral que a menudo prioriza la juventud y la flexibilidad, los profesionales con más de cinco décadas a sus espaldas se encuentran con sus propias y particulares barreras para formas parte del mercado laboral.
Sin embargo, también es cierto que muchos de los problemas que dificultan su reinserción laboral en esta etapa de la vida no son cuestiones inevitables, sino que responden a errores comunes que, con el enfoque adecuado, se pueden evitar. Te contamos cuáles son los errores más frecuentes a la hora de buscar empleo después de los 50 y cómo superarlos todos y cada uno de ellos.
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Pensar que la edad es un obstáculo insuperable
Uno de los errores más comunes es autoconvencerse de que la edad es una barrera infranqueable. Esta creencia puede derivar en una pérdida de motivación e incluso a sabotear el proceso de búsqueda de empleo. Sin embargo, la experiencia, la madurez y la capacidad de resolución de problemas son activos valiosos que muchos empleadores buscan para sus entornos de trabajo.
La mejor forma de afrontarlo es con un cambio de narrativa. En lugar de centrarte en la edad como una desventaja, es mucho mejor destacar los logros, conocimientos y las habilidades que se aportan al lugar de trabajo. Las cualidades como la lealtad, el compromiso y la responsabilidad, a menudo son también muy valoradas por los empleadores.
Presentar un currículum desactualizado
Un currículum que no va en línea con las tendencias vigentes del mercado o que detalla extensivamente la experiencia de décadas pasadas puede no conseguir captar la atención de los reclutadores. Además, un diseño anticuado puede dar la impresión de que no se está al día con las herramientas y demandas laborales del mundo moderno.
Esquivar este problema es fácil, y empieza con adaptar el currículum al puesto que se busca, priorizando las habilidades y logros más recientes. Es recomendable utiliza un diseño limpio y profesional, y asegurarse de incluir competencias digitales y tecnologías relevantes para el sector en cuestión.
Ignorar la importancia de la presencia digital
En la era digital, carecer de un perfil en LinkedIn o no mantener una presencia activa en distintas plataformas online puede ser un grave error. Hoy en día, los reclutadores utilizan plataformas digitales para buscar candidatos, y no estar presentes en estas puede limitar significativamente las oportunidades.
Para que no sea tu caso, crea un perfil profesional en LinkedIn en el que se destaquen tus habilidades, experiencia y logros. También es recomendable participa en grupos y conversaciones relacionados con cada industria, compartiendo contenido relevante y conectando con profesionales del sector.
No actualizar las habilidades, especialmente en tecnología
La falta de actualización en habilidades digitales puede ser una barrera importante. Muchos empleos modernos requieren conocimientos básicos en herramientas digitales, desde software de gestión hasta comunicación virtual.
Por esto es importante saber invertir algo de tiempo en la realización de cursos de formación o la obtención de certificaciones en habilidades tecnológicas, especialmente aquellas relevantes para tu campo laboral. Existen muchas opciones gratuitas o de bajo coste en plataformas como Coursera, LinkedIn Learning y edX.
No definir claramente un objetivo profesional
Un error común es no tener un objetivo claro en la búsqueda de empleo. Esto puede dar lugar a candidaturas para puestos que no están alineados con nuestras habilidades o intereses específicos, lo que reduce las posibilidades de progresar en los procesos de selección.
Es importante ser consciente sobre de los intereses, habilidades y metas profesionales que tenemos. Podemos probar a definir qué tipo de trabajo se busca y enfocar esfuerzos hacia ese objetivo específico.
Subestimar el poder los contactos
Las oportunidades laborales a menudo surgen a través de recomendaciones y conexiones personales. No aprovechar los redes de contactos profesionales y personales tejidas a lo largo de la experiencia laboral es un error que puede hacer que quedemos fuera del radar de muchas ofertas de empleo que se adaptan a nuestras capacidades y habilidades.
Para que esto no nos pase, es importante saber comunicar a los contactos que estamos buscando empleo, asistir a eventos de networking y participar en grupos profesionales. Las conexiones pueden ser clave para encontrar oportunidades que no están anunciadas públicamente.
No diversificar las opciones de búsqueda
Enfocarse exclusivamente en un sector o rol demasiado concreto puede limitar las posibilidades de encontrar empleo, especialmente en mercados laborales competitivos.
Siempre es bueno tratar de explorar sectores o roles relacionados en los que nuestra experiencia y habilidades sean transferibles. La flexibilidad y la disposición para aprender algo nuevo pueden abrir nuevas e inesperadas puertas laborales.
Mostrar desconfianza hacia las nuevas generaciones
La convivencia laboral con otras generaciones puede ser un desafío si no se gestiona la situación adecuadamente. Una actitud defensiva o desconfianza hacia los jóvenes puede dar la impresión de que no se está suficientemente dispuesto a colaborar en equipo.
Hay que adopta una mentalidad abierta y destacar nuestra disposición para aprender de los demás, independientemente de la edad. La experiencia y la adaptabilidad son cualidades que enriquecen cualquier entorno laboral.
Descuidar la preparación para la entrevista
Llegar a una entrevista sin preparación puede ser un error fatal, especialmente para los mayores de 50 años que compiten con candidatos más jóvenes.
Para evitar este tipo de situaciones, es conveniente siempre investigar sobre la empresa, preparar respuestas a las preguntas más comunes y ensayar cómo comunicar nuestras fortalezas y experiencia de forma convincente.
No mantener una actitud proactiva y optimista
El rechazo puede ser desmotivador, pero caer en la desesperación o en el desánimo es un error común. La persistencia y una actitud positiva son esenciales para mantener la motivación.
Para ello establece una rutina para la búsqueda de empleo, celebra los pequeños logros y considera cada rechazo como una oportunidad para mejorar.
La búsqueda de empleo después de los 50 años puede ser complicada, y presenta retos únicos. Sin embargo, con el talante y estrategias adecuadas, no es una misión imposible. Recuerda evitar estos errores que hemos listado más arriba, y adoptar un enfoque proactivo, centrado en las fortalezas. La experiencia y la madurez no solo son valiosas, sino que también son activos que pueden hacernos destacar en un mercado laboral competitivo.