La economía digital necesita veteranos: cómo recuperar el tirón para el mundo de la nube pasados los 50
¿Qué aportan tus 50 que no aporten los de 25 en la economía digital? ¿Por qué las startups buscan conformar equipos tecnológicos con gente de varias edades? ¿Qué hace los veteranos son fundamentales para que los proyectos sean rentables?
No se te ha pasado el arroz. Tú experiencia laboral vale su peso en oro en la sociedad digital. Todo el mundo habla de que hay que digitalizarse, pero ¿qué es eso exactamente? Te contamos cuáles son esas nuevas competencias que precisas para hacerte valer pasados los 45 y cómo adquirirlas. Y si eres de los expulsados del mercado, hacerte programador es una opción eficaz para volver a tener una carrera por delante. Los ‘bootcamps’ (formaciones intensivas y prácticas) también son para los veteranos
¿Sientes que no entiendes a algunos juniors? ¿Te fastidia oír a tu alrededor expresiones como 'la nube', 'maching learning', 'experiencia de usuario' o 'front end'? ¿Te da pereza eso de las 'metodologías ágiles'? Si no te suenan estos términos y eres de los que ha hecho una reunión online por primera vez en este confinamiento, está claro que tienes que pegar un pequeño acelerón para digitalizarte, porque aún te queda mucho recorrido laboral y tu experiencia es muy valiosa para los equipos.
Las empresas necesitan tu experiencia, pero no pueden aprovecharla si no eres digitalmente competente. Y puedes serlo. Primero debes aceptar la necesidad de digitalizarte; luego, perder el miedo y abrir la mente; después, volver a aprender y, ojo, no parar de hacerlo.
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Te lo vamos a explicar de la mano de Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica; Chaume Sánchez, CEO de GeeksHubs Academy; y Pablo Trinidad, profesor de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla.
¿Qué es digitalizarse?
No es hacerse programador ni experto en big data. Eso son perfiles especializados cuya demanda –es verdad– es imparable porque son imprescindibles para que cualquier empresa sobreviva en la sociedad digital. Pero aquí de lo que hablamos es de la competencia digital que tiene que tener cualquier trabajador sea del ámbito que sea, tenga la edad que tenga.
Por un lado, se trata de "saber utilizar herramientas digitales que permiten nuevas formas de trabajar, de manera cooperativa, en red, y gestionar proyectos y tareas con metodologías ágiles", explica Luis Miguel Olivas. "Estamos en un entorno que exige inmediatez, hace falta saber trabajar con rapidez y hay herramientas sencillas que lo facilitan".
Otras habilidades digitales básicas para "a nueva empleabilidad" serían "saber hacer un currículum digital, saber utilizar redes sociales y saber hacer entrevistas por videoconferencia".
Para Chaume Sánchez, digitalizarse implica "acercarme al lenguaje de las máquinas y entenderlo". Hace tiempo que el mundo empezó a girar en torno a la interacción entre máquinas y humanos. Si queremos estar dentro, al menos hay que entender cómo funciona.
También es importante adquirir una cultura general tecnológica: qué tecnologías lo están cambiando todo en el mundo, cómo lo están cambiando y qué posibilidades tienen en cada sector productivo. Al final todo está conectado.
¿Por qué debo digitalizarme?
Porque, si no, no eres "empleable". Y porque tu experiencia le hace falta a las empresas, pero la manera de hacerla valer es la competencia digital:
- Sin ella una empresa no puede hacer su transformación digital ni mantenerse en la sociedad digital. Las que no se han transformado ya, están en ello.
- Es el nexo común con el resto de trabajadores, sobre todo de las generaciones jóvenes. Es el lenguaje en el que se entienden todos para trabajar.
- Sin ella ni puedes emprender nada con unas mínimas expectativas ni mantener tu pequeña empresa (en caso de que seas autónomo o pyme). Incluso para confiarle la digitalización de tu empresa a un agente externo tienes que tener unos conocimientos y unas habilidades para promoverla y entenderla.
"No vamos a morir a los 50 años laboralmente", incide Luis Miguel Olivas. "Vamos a tener que seguir sosteniendo la economía de este país. Pero tenemos que tener una actitud abierta con una mentalidad muy abierta para adaptarnos a los cambios, ser esponjas que aprenden en cada momento y encontrar las nuevas oportunidades que se nos van abriendo".
Maduros/as y digitales: lo bueno escasea
La economía digital no es cosa solo de juniors. La fórmula del éxito son los equipos diversos: con gente de diferentes generaciones, diferentes sexos y diferentes habilidades. Primero se dieron cuenta las startups. La tendencia va en aumento porque va de la mano de las aspiraciones digitales de cualquier empresa, grande o pequeña.
Luis Miguel Olivas lo ve en 42, la disruptiva y puntera escuela de profesionales digitales de Fundación Telefónica donde todos aprenden de todos, no de un profesor. "La mezcla intergeneracional de competencias da unos resultados espectaculares. Generas un aprendizaje en las dos direcciones súper potente. Esas personas de 18 a 25 años están mucho más avanzadas en el conocimiento técnico. Pero cuando tienes con ellos a una persona de más de 40, la visión de negocio que tiene, su experiencia de liderazgo y en el trato con personas, o su experiencia comercial, hacen que esta persona acabe liderando esos proyectos con gente joven".
"Con más de 45 tu valor diferencial en el mercado es la experiencia de vida. La seniority se busca, pero preparada digitalmente, y eso es lo que falta”, asegura el CEO de GeekHubs, que además de formar programadores y 'colocarlos', también es agencia headhunter de talento digital: "Nos piden que encontremos seniors, entre 40 y 55 años. Sobre todo las startups consolidadas y las empresas de innovación necesitan seniority para liderar equipos y nuevas unidades de negocio". Y no es fácil encontrarlos: "Lo bueno escasea".
Pablo Trinidad apela al tópico cada vez más extendido de que "los juniors resuelven los problemas que los seniors han pensado cómo resolver". "Cuando llevas más de 20 años en un sector empiezas a anticiparte a los problemas y eso no pueden descuidarlo las empresas. Al fin y al cabo, el trabajo de las empresas es hacer proyectos en coste y tiempo; de ahí viene la rentabilidad", apuntaba recientemente este ingeniero informático durante la presentación del Informe 'Empleabilidad y Talento Digital 2019', de la Fundación VASS y la Fundación Universidad Autónoma de Madrid.
¿Por dónde empiezo?
En internet está todo y gratis. Empieza por ahí. Hay tutoriales y webinars sobre cómo usar cualquier herramienta de trabajo colaborativo, así como sobre metodologías ágiles. El primer paso es cuestión de voluntad y de encontrar algo que arranque tu curiosidad. Una vez que uno empieza a aprender y a entender, vendrán las ganas de saber más sobre determinadas herramientas o procedimientos, y sabrás encontrar la formación que más te interese. Atento a los cursos que hagan en tu empresa, en tu colegio o asociación profesional, o en la cámara de comercio de tu sector.
Para dar un paso más, Luis Miguel Olivas recomienda los MOOC gratuitos que ofrece Fundación Telefónica en su programa Conecta Empleo. Son cursos de formación online de entre 30 y 40 horas que puedes realizar a tu ritmo, sobre JAVA, analítica web, diseño de videojuegos, marketing digital...
Y no vendría mal que te fueras suscribiendo a newsletters de innovación tecnológica y digital business para ponerte al día de los usos y aplicaciones que tiene la inteligencia artificial, el big data, la realidad aumentada, el blockchain, el 5G, la impresión 3D… Cuando entiendas de qué va todo eso, seguro que querrás saber más.
¿Y si te haces programador?
Si tu carrera profesional está en vía muerta o te encuentras en paro, no lo dudes. Todas las empresas necesitan programadores. En academias especializadas de prestigio, como GeeksHubs, las empresas van a buscar a los que terminan. "Con la formación adecuada, en nueve meses una persona que no ha programado nunca puede estar trabajando como programador", asegura Chaume.
Aprender a programar es cuestión de actitud, no de edad. "Cualquiera puede con voluntad, ganas y constancia. El salto está en la mente de la persona, no en su formación previa. Lo primero que hacemos en GeekHubs es prepararlos para que aprendan a aprender de nuevo”, dice este experto en reskilling digital, que nos aporta un dato inesperado: "Hablar alguna lengua extranjera es un punto a favor. La mente está más preparada para aprender un nuevo lenguaje si ya ha aprendido otro".
Y si quieres especializarte en las profesiones digitales más demandadas, pero te interesa más el cambio de paradigma en la manera de trabajar que la urgencia de encontrar un empleo, lo más puntero y exclusivo es lograr entrar en 42, donde seleccionan a los alumnos, no precisamente por sus conocimientos técnicos previos, sino por su actitud y las aportaciones que pueden hacer al resto de compañeros. Tires por donde tires, la clave es el aprendizaje constante. Nunca es tarde para dar ese salto de mentalidad.