Profesores que trabajan en academias de inglés o vendedores que trabajan únicamente para la campaña de Navidad o la de verano. Este tipo de trabajadores suelen firmar un contrato fijo discontinuo, que se caracteriza por trabajar en un periodo de tiempo determinado.
A diferencia de los contratos fijos continuos, en los discontinuos no hay obligación contractual tras el periodo de actividad. Pero no es este el único motivo por el que se distinguen. Javier Ruiz aclara si el trabajador que tiene este tipo de contratos tiene la posibilidad de gozar de un contrato durante todo el año, de manera continuada. Puedes verlo en el vídeo.
Una de las características en común entre un fijo continuo y otro discontinuo es que en los contratos debe establecerse por escrito la duración estimada de la actividad. Una vez que queda interrumpido, el trabajador podrá solicitar la prestación por desempleo y cobrarla hasta que vuelva a incorporarse. Asimismo, podrá prestar sus servicios a otras empresas siempre que no haya firmado un contrato de exclusividad.