¿Dimitir, sí o no? Un experto explica cuándo se debería tomar la decisión y cómo hacerlo con elegancia
Hablamos con Javier Blasco, director del Adecco Group Institute y experto en situaciones de crisis, para que nos dé las claves
"Es mejor irse 'por la puerta grande' que te fuercen a abandonar", explica sobre cualquier ámbito, ya sea institucional, empresarial o político
La dimisión "es el momento de agradecer y de reconocer, evitando volver al pasado para remarcar desacuerdos"
La palabra 'dimisión' lleva días poniéndose cerca de nombres como Pablo Casado, Teodoro García Egea o Isabel Díaz Ayuso. La crisis interna del PP abre una pregunta que puede darse en cualquier ámbito, ya sea político, empresarial o institucional: ¿Cuándo debe dimitir un directivo de su puesto? ¿Cómo es el mejor modo de hacerlo según los expertos en Recursos Humanos? Hablamos con Javier Blasco, director del Adecco Group Institute y experto en situaciones de crisis, para que nos dé las claves para detectar cuándo una renuncia se torna inaplazable y cómo gestionarlo.
"La calidad de un directivo suele medirse en clave de talento, y cada vez más, en clave de humildad. Y parte de esa humildad, que es la base de la grandeza y generosidad de los líderes, pasa por saber reconocer cuándo es el momento adecuado para dejar el cargo que se ostenta, en especial, si no se están cumpliendo las expectativas y compromisos adquiridos", nos explica a Uppers el experto.
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Saber anteponer los intereses de la organización
Uno de los mayores retos es el 'timing'. No hay una fórmula infalible que permita saber cuál es el momento exacto en el que marcharse. "Cada uno debe saber detectar cuándo es el mejor momento para dar paso a otros", explica Blasco. Se trata de una práctica que "todo manager debe tener muy interiorizada", aunque con el mercado laboral como está eso no es tan fácil en la cultura española.
Por ello, es importante ser honesto y "saber anteponer los intereses de la organización a la que te debes, de las personas que la componen, y de los colectivos que de ella dependen", añade.
Que la imagen profesional no salga excesivamente dañada de la crisis también es un elemento a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión. "Es mejor irse 'por la puerta grande' que esperar a que la organización te fuerce a que abandones", recuerda Blasco.
Cuidar las formas y planificar la salida
Y tan importante como decidir el cuándo, es atender al cómo: "cuidar las formas, por más difíciles que sean las circunstancias, planificar la salida tanto como sea factible, cuidar -y exigir que la organización cuide- la estrategia de comunicacional interna y externa, definiendo el proceso de transición y traspaso, y si la organización lo permite, proponer estrategias de salida, planteando escenarios que puedan satisfacer a ambas partes".
Al abandonar una compañía no es conveniente mostrarse exaltado por la marcha ni mostrarse excesivamente compungido. Se trata de controlar las emociones para mantener la dignidad intacta. Y, por supuesto, "es el momento de agradecer y de reconocer, evitando volver al pasado para remarcar desacuerdos o recapitular enfrentamientos".
Cómo salir con elegancia
Aunque no se sea un alto directivo, salir con elegancia y sin perder la compostura de una empresa es lo más deseable si en alguna ocasión nos vemos en la tesitura de tener que renunciar a nuestro empleo. Nunca se sabe si en el futuro un jefe del pasado o un antiguo compañero de trabajo volverá a formar parte de nuestras vidas. Estos son algunos consejos a tener en cuenta al hora de renunciar a tu empleo.
- La decisión de dejar el trabajo debería ser comunicada con plazo suficiente. Las compañías suelen apuntar en el contrato que se debe avisar con 15 días o un mes. Suficiente para que puedan encontrar un sustituto.
- Debes respetar el organigrama e informar primero personalmente a tu jefe sobre la decisión de abandonar la empresa. Si tu relación con tus superiores no es buena podrías reclamar la presencia de alguien de Recursos Humanos. Abandonar el empleo por correo electrónico es poco profesional.
- Para evitar rumores es recomendable que informar personalmente a tus compañeros, cara a cara o por escrito, de tu decisión de abandonar la empresa.
- Ser un buen profesional implica no descuidar tus obligaciones y seguir trabajando como si no fueras a dejar de hacerlo, hasta que efectivamente finalice la relación laboral. Así tendrás una posición de ventaja moral para pedir una carta de recomendación.
- Debes recoger tus objetos personales que se hayan podido acumular durante los años de trabajo. Eso sí, conviene hacerlo fuera del horario laboral.
- Antes de marcharte de la empresa, sería conveniente enviar un escrito, a través de correo electrónico, por ejemplo, para agradecer el tiempo que se ha trabajado allí y lo que se ha aprendido.