Mensaje de tranquilidad. Esa parece ser la clave. La jubilación de los boomers (los nacidos entre el 58 y el 78) supone una presión al sistema de pensiones, sí, pero es "manejable y reconducible". Eso ha querido dejar claro el ministro de la Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, que acaba de reunirse con el Pacto de Toledo, la comisión que se encarga de crear un consenso sobre este tema y que lleva varios años sin emitir recomendaciones. Es decir, que no está siendo fácil llegar a consensos, a pesar de ser un asunto crucial. Sin embargo, todos quieren ‘remangarse’ en esta legislatura. ¿Hacia qué dirección? Te lo resumimos para que entiendas las coordenadas clave y qué significan para tu pensión.
Las pensiones subirán conforme al IPC, medida sobre la que parece que hay acuerdo entre los grupos políticos, lo que garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas. Pero Escrivá ha ido más allá explicando que, en condiciones normales, los pensionistas de mañana no tendrán que recibir pensiones menores, porque seremos capaces de mantener la tasa de sustitución; es decir, el porcentaje del último salario que recibirás como pensión, que actualmente es del 70%. "Cuando proyectemos esa tasa hacia adelante, más o menos la mantendremos en esos niveles", ha afirmado el ministro.
El ministro ha anunciado penalizaciones más severas a las jubilaciones anticipadas voluntarias. Actualmente estas penalizaciones están en torno al 8% por cada año que te jubiles antes de tiempo (la edad legal está en los 65 años y 10 meses este año, y en los 67 años en 2027). En 2019 se jubilaron anticipadamente 50.000 personas.
Por otra parte, para las personas que quieran seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación, el ministro anuncia nuevas fórmulas, aunque no las ha precisado. Por un lado, mejores condiciones para compatibilizar trabajo y pensión. Y por otro, mejorar el incremento actual de la pensión por año de más trabajado, que actualmente está entre el 2% y el 4%.
Frente a los planes de ahorro privado, se potenciarán los planes de empleo, negociados en los convenio colectivos con las empresas. El ministro ha puesto como ejemplo el caso del País Vasco, donde más del 50% de los trabajadores tienen un plan de empleo, frente al resto de España, donde apenas llega al 10%.
La receta para sanear la Seguridad Social pasa por sacar de la caja algunas partidas sobre empleo y subsidios que ahora se pagan con las cotizaciones de los trabajadores. Serían alrededor de 20.000 millones y serían suficientes para equilibrar las cuentas. Lo que no ha especificado es de dónde se sacarán esos 20.000 millones que el Estado deberá incluir el los Presupuestos.
El ministro ha anunciado que el proyecto de ingreso mínimo vital en que están trabajando contempla el encaje de las pensiones mínimas, que se prevé que mejoren en su cuantía, pero no ha anticipado cómo se hará.
Durante el turno de preguntas anunció el rediseño del complemento de maternidad en las pensiones, estudiando "las discontinuidades" en la vida laboral tras el nacimiento de los hijos, pero no especificó más.
La reforma de las pensiones de 2013, aprobada por decreto por el Gobierno del PP, incluía un factor de sostenibilidad que suponía en la práctica una pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas futuros de hasta un 35%. El ministro lo considera "inaceptable" e insta a los miembros de la comisión a que desechen la idea de llevarlo adelante.
El ministro ha reprochado a la comisión que parte de la culpa de la incertidumbre y desconfianza generada entre la población se debe a que no se han emitido recomendaciones desde hace nueve años y a que no existe un marco normativo de consenso que permita legislar a medio plazo. Por ello les ha urgido a tener las próximas recomendaciones preparadas para el año que viene, por lo que todo hace pensar que será entonces cuando presente las medidas para la reforma del sistema que ha desvelado.
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