Cerrar bien tu empresa para evitarte problemas: cuánto cuesta y qué papeleo se necesita
Las liquidaciones más sencillas cuestan entre 700 y 1.000 euros
Las empresas zombis suponen al empresario más de 400 euros al año en gastos
Según ATA, este año 200.000 autónomos cerrarán sus negocios
Dejar una empresa inactiva y no cerrarla adecuadamente puede salirte caro. Las empresas zombis, aquellas que llevan tiempo inactivas pero no se han dado de baja, suponen gastos al empresario, ya que cada año se deben presentar las cuentas en el Registro Mercantil y también el Impuesto de Sociedades, aunque no hayan facturado nada. Cerrar una empresa cuesta dinero, pero si no tiene actividad, a la larga compensa.
Empresas inactivas
MÁS
Una empresa inactiva es la que no ejerce ninguna actividad y así lo ha comunicado a Hacienda. Muchos empresarios deciden no cerrarlas definitivamente por si acaso reinician su actividad, y entre tanto se ahorran los gastos de disolución y liquidación.
Una sociedad inactiva no puede emitir facturas, y además, el IVA soportado en las facturas recibidas no será deducible, pero debe seguir presentando cada año el Impuesto de Sociedades marcando la casilla 026 de “Entidad Inactiva”. No presentar el Impuesto de Sociedades o informar de tus cuentas anuales a la Agencia Tributaria conlleva una sanción que asciende a los 200 euros por cada año que no se ha rendido cuentas con Hacienda. Pero, "esos 200 euros son en caso de que no haya salido a ingresar. Si algún año la declaración salió a pagar, la cuantía que se deberá abonar a Hacienda para regularizar su situación es, como mínimo el 50% de la cantidad dejada a ingresar más intereses", explica Mayte Sancho, de la asesoría Consulting.
Según la asociación de autónomos ATA, en 2022 cerrarán sus negocios cerca de 200.000 trabajadores por cuenta propia. "Muchos arrastran años muy malos y no están en las mejores condiciones para pagar los gastos de liquidación de una empresa. Por eso la dejan inactiva, aunque sigan pagando los costes de presentar las cuentas anuales. Pero si retrasan mucho el cierre, a la larga salen perdiendo" explica Sancho.
Qué hay que hacer
Las deudas determinan que el cierre de una empresa sea sencillo o complicado. “En España hay miles autónomos que cierran sus negocios sin más, sin hacer frente a las deudas y sin pasar por un concurso de acreedores. Esto es peligroso, y al final acaba en los juzgados, o bien por reclamaciones de la Administración o por demandas de los acreedores", afirma Mayte Sancho.
Si eres autónomo
Para cesar su actividad, los autónomos deben hacer trámites tanto con la Seguridad Social como con Hacienda.
- En la Seguridad Social hay que solicitar la baja del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Si tienes trabajadores contratados, deberás extinguir primero los contratos y solicitar la baja de los trabajadores en el régimen correspondiente de la Seguridad Social. También hay que solicitar la baja de la correspondiente cuenta de cotización y la baja del centro de trabajo.
- En la Agencia Tributaria (Hacienda) hay que pedir la baja, para dejar de entregar liquidaciones trimestrales y anuales de impuesto de sociedades e IVA. También hay que darse de baja en el censo de empresarios, profesionales y retenedores.
- Es necesario que se comunique la baja de todos aquellos registros en los que se esté inscrito. Por ejemplo, registro industrial, registro de empresas de Seguridad, registro de empresas de juego, etcétera.
Si eres una Sociedad
Las sociedades se extinguen en tres fases: disolución, liquidación y extinción.
- Disolución de la sociedad. Para disolver la sociedad se convoca junta de accionistas, y se aprueba el acuerdo de disolución. Debe otorgarse ante Notario escritura pública de disolución de la sociedad, e inscribirse dicho acuerdo en el registro mercantil y publicarse en el boletín correspondiente. En esta fase la sociedad disuelta no queda extinguida ni paralizada, sino que sigue funcionando, aunque con ciertas limitaciones dado su nuevo estatus jurídico. Una vez se haya disuelto la sociedad, se abren tres posibilidades: que la empresa se venda; que la empresa se liquide; que la empresa entre en concurso de acreedores.
- Liquidación de la sociedad. En esta fase cesas como administrador, y pasas a ser liquidador. Hay que hacer inventario y balance de sociedad, cobrar los créditos pendientes, y pagar las deudas si las hubiere. La junta de accionistas debe aprobar las operaciones de liquidación, el balance de final y, en su caso, la propuesta de división del haber entre los socios, en función de su participación en la empresa.
- Extinción de la sociedad. Tras aprobar la junta las operaciones de liquidación, los liquidadores deberán otorgar una escritura pública de extinción de la sociedad con el balance final de la liquidación, pago de acreedores y cuotas satisfechas a cada uno de los socios. Esta escritura deberá inscribirse en el registro mercantil para cancelar los asientos registrales, debiendo depositar también los libros y documentos de la sociedad extinguida.
Cuánto cuesta
Los gastos de cerrar una empresa son un rejón inesperado, ya que además de verte obligado a cerrar tu negocio porque no ha ido bien, tienes que gastarte una pasta en notarios y registros.
Darte de baja en autónomos y comunicar el cese de tu actividad a Hacienda no cuesta nada, si haces tú las gestiones, claro.
Para cerrar una sociedad se debe pagar al notario la escritura de disolución, que si es sencilla puede costar unos 300 euros, y también la inscripción en los registros mercantiles. "En el mejor de los casos, para pequeñas sociedades que no tengan deudas ni trabajadores contratados, y con las cuentas anuales e impuestos presentados, todo el proceso puede costar entre 700 y 1.000 euros. Si hay deudas, o concurso de acreedores, los gastos se pueden elevar considerablemente, ya que ya que tendrás que pagar tasas judiciales, más los servicios jurídicos necesarios para desarrollar dicho procedimiento" explica la CEO de Consulting, Mayte Sancho.