A los mosquitos les gusta molestar. En verano además tenemos todo abierto y es como si les estuviéramos invitando a pasar a nuestro cuarto. Una estampa muy típica es sentarse en el salón después de cenar a ver la serie con un par de lámparas encendidas. En poco más de cinco minutos tendremos a siete mosquitos merodeando sobre las luces e intentando atacarnos hasta ponernos de los nervios. Desde Uppers hemos recopilado diversas estrategias sobre cómo evitar que los mosquitos entren a tu casa durante el verano. Nos hemos impuesto como principio no utilizar los tradicionales insecticidas químicos por no incrementar nuestra huella medioambiental.
Lo primero sería armarte de herramientas tipo trapo, cojín o zapatilla de modo que los mosquitos pasen a mejor vida. Sin embargo, es una tarea ingrata; siempre se escapan unos cuantos y siguen entrando a casa sin parar día tras día. A continuación, repasamos los mejores trucos para evitar que los mosquitos entren a tu casa durante el verano.
Colocar macetas con plantas que desprendan un olor que no les guste nada a los mosquitos en la entrada de casa, en los aleros de las ventanas e incluso en el interior es una buena solución. Además, cuando suben las temperaturas el verdor rebaja la sensación de calor. Lo ideal es contar con citronela, lavanda, albahaca, menta, geranio, limonero u otras que desprendan aromas cítricos.
Las mosquiteras es una de las fórmulas más efectivas contra los mosquitos ya que la maya que cubre las ventanas no permite su entrada aunque quieran y en cambio dejan pasar la luz y el aire. Se comercializan fijas a la medida de la ventana o enrollables de modo que se recojan en invierno o para ventilar más a fondo. El precio es elevado pero compensa la inversión. Tampoco hace falta instalarlas en todas las ventanas, es suficiente con ponerlas en aquellas que abramos todo el tiempo o en una por habitación.
Consiste en revisar que alrededor de casa o en los mismos maceteros con plantas antimosquitos no quede agua estancada que es donde pueden anidar los mosquitos. Conviene además revisar los desagües de casa y los canalones exteriores de modo que no haya restos que impidan la libre circulación del agua.
Entre las plaquetas del suelo, en la madera del parqué, alrededor de los marcos de las puertas al exterior, de las ventanas… se abren pequeños agujeros que permiten la entrada de bichos, arañas, hormigas… Lo más indicado es sellar esas pequeñas grietas y agujeros. En cualquier ferretería o tienda especializada venden productos para ello según el tipo de material.
La tendencia es ventilar a fondo a primera hora de la mañana y puede que sea justo el momento en esa zona en la que hay más mosquitos, al igual que a la caída de la tarde sobre todo en áreas cercanas a pantanos o ríos. Será mejor ventilar a otra hora para evitar que entren en casa.
El olor de la basura y de los restos orgánicos es un reclamo para moscas y mosquitos. Hay que asegurarse de que el cubo de la basura siempre esté tapado y de cerrar las bolsas a conciencia.
Hay velas e inciensos que una vez prendidos desprenden un aroma desagradable para los mosquitos como la lavanda y la citronela al igual que las plantas que hemos citado. Se pueden colocar en la cocina, en el salón, en el hall de entrada… Aunque es necesario ser precavido y controlar, por ejemplo, que no cabe la posibilidad de que la llama de la vela queme una cortina por el efecto de una corriente de viento. Por la misma razón, también hay que apagarlas a salir de casa o al acostarse.
El olor del vinagre de vino tampoco les gusta a los mosquitos. Con el fin de ahuyentarles se puede pasar una bayeta impregnada en una solución de agua y vinagre y después escurrida por las encimeras de la cocina o los muebles. Los vinagres que no sirven para ello son los de aroma dulce como el de manzana porque al contrario les atrae.
Sobre todo, por la noche los mosquitos van directos a la luz, así que mejor tener encendidas las mínimas lámparas a no ser que contemos con mosquiteras en las ventanas.