Cómo ahorrar hasta 160 euros al mes con la hipoteca en plena vuelta al cole

Llega septiembre y a los clásicos gastos de la vuelta al cole se le suman  los precios desbocados de la luz, gasolina o la cesta de la compra. Ahorrar en este contexto es misión casi imposible, pero uno de los gastos fijos más comunes de la economía familiar donde es posible ahorrar es en la hipoteca, incluso precisamente ahora, que la subida del euríbor puede suponer un coste adicional de más de 100 euros al mes en nuestra cuota.

Conseguir un buen tipo de interés quizá solo con una diferencia de 0,20 puntos puede suponer un ahorro inimaginable para nuestro bolsillo, ya que vamos a estar vinculados a esa hipoteca todos los meses durante bastantes años. "Existen posibilidades de financiación a tipo fijo muy competitivas y seguiremos viendo durante el último trimestre del año posibilidades de financiación incluso por debajo del 2% en algunos casos. Por ejemplo, cogiendo ese dato como referencia, en una hipoteca a 30 años de 250.000 euros supondría un ahorro total de 59.522 euros en intereses frente a la media del mercado", unos 165 euros al mes, explica Fernando López Jiménez, de la fintech de asesoramiento hipotecario gibobs allbanks.

Ahorrar en la hipoteca no solo significa tener en cuenta la mejor opción en la contratación de esta, sino también cualquier cambio que se pueda dar a posteriori -cambio de banco o de hipoteca- con el objetivo de mejorarla y conseguir un mayor ahorro. En ese sentido, si nos estamos planteando mejorar las condiciones de nuestra hipoteca se pueden dar tres supuestos:

Subrogación

La subrogación consiste en modificar las condiciones de un préstamo vivo por la compra de una vivienda y tiene lugar cuando al hipotecado le conceden mejores condiciones en otra entidad. En las circunstancias actuales se trata de una opción atractiva.

El cliente puede tomar la decisión de subrogar al encontrar en otro lugar condiciones más ventajosas, como tipos de interés más bajos, mejoras en las comisiones o en las cláusulas del contrato. Eso sí, el cambio de entidad conlleva unos gastos de hasta 2.000 euros.

Novación y amortización

La novación consiste en renegociar las condiciones del préstamo a posteriori con la misma entidad bancaria con la que se había firmado inicialmente. El usuario puede pedir cambios en aspectos como la ampliación o reducción del capital prestado, cambios en las condiciones del tipo de interés o de la divisa en la que se formalizó la hipoteca.

Uno de estos aspectos es el plazo de amortización. Acelerar los plazos del préstamo supone añadir más dinero a la cuota mensual que el prestatario paga paga a la entidad prestamista con el fin de terminar de pagar antes al banco. El problema es que la novación supone asumir unos gastos notariales y registrales, además de la comisión que puede cobrar el banco por llevarla a cabo, por lo que hay que valorar muy bien si nos compensa.

Cambiar de variable a fijo

En el contexto actual y con las futuras subidas de tipos en el horizonte, la opción de cambiar el tipo de variable a fijo ha cobrado interés para muchas familias. El mayor obstáculo es que muchas entidades tienen cláusulas que no permiten hacer el trasvase de un tipo de hipoteca al otro. Si el cambio de modalidad cuenta con la aprobación de la entidad bancaria, sería gratuito en el caso de que el préstamo a la vivienda tenga más de tres años de antigüedad. De ser aceptado, se llevaría a cabo la novación de la hipoteca.

Los bancos están reorientando su oferta de hipotecas hacia el tipo variable endureciendo sus condiciones de préstamos para las fijas, pero hasta finales de este año aún puede compensar el cambio.