Hipoteca inversa: cómo los mayores pueden vender su casa mientras viven en ella
La hipoteca inversa es un crédito o préstamo garantizado que recae sobre una vivienda habitual y que se puede abonar en un único pago o en mensualidades periódicas
Estos productos están dirigidos exclusivamente a personas mayores de 65 años o que puedan demostrar una gran discapacidad o dependencia, y su devolución no se exige hasta el fallecimiento del prestatario
Con esta solución, los jubilados pueden conseguir un dinero con el que complementar su pensión sin tener que preocuparse por devolverlo o por perder su vivienda, que seguirá siendo suya aunque la hipotequen
A pesar de que la cuantía máxima de las pensiones de jubilación contributivas se sitúa en 2.819,18 euros mensuales en este 2022, la realidad es que la mayoría de jubilados en nuestro país recibe una prestación mucho más baja.
De acuerdo a los datos de la Seguridad Social, la media de la pensión de jubilación se situó el pasado mes de junio en 1.255 euros mensuales, una cifra que se mantiene en los niveles registrados en el mes de mayo, cuando la cuantía media de estas prestaciones fue de 1.254,7 euros mensuales.
MÁS
Para muchos jubilados, la cuantía de su prestación de jubilación resulta insuficiente para mantener su nivel de vida y hacer frente a sus gastos, sobre todo ahora que los precios están disparados. Ante esta situación son muchos los que deciden apostar por alternativas que les permitan conseguir un ingreso extra con el que complementar a su pensión de jubilación, como puede ser la hipoteca inversa, una solución con la que pueden cobrar dinero mes a mes por su vivienda.
¿Qué es la hipoteca inversa?
Según la definición del Banco de España, la hipoteca inversa es un crédito o préstamo garantizado que recae sobre una vivienda habitual y que se puede abonar en un único pago o en mensualidades periódicas.
Estos productos están dirigidos exclusivamente a personas mayores de 65 años, a aquellas que puedan acreditar un grado de discapacidad igual o superior al 33% y a aquellas que padezcan una dependencia severa o gran dependencia, y su devolución no se exige hasta el momento del fallecimiento del prestatario.
A diferencia de lo que ocurre con un préstamo hipotecario tradicional, con las hipotecas inversas la deuda no disminuye con el paso del tiempo, sino que se incrementa hasta que los herederos del inmueble decidan asumirla, en caso de que quieran mantener la propiedad de la vivienda.
Estos productos pueden ser de dos tipos: básicos, en cuyo caso el propietario recibirá las cuotas durante un plazo pactado previamente con la entidad, o con un seguro de rentas vitalicias diferidas, en cuyo caso el usuario seguirá cobrando las cuotas mensuales incluso cuando haya superado el periodo pactado con el banco. Para solicitarlos, es indispensable que los usuarios dispongan de una vivienda en propiedad y que tengan más de 65 años o acrediten una discapacidad de al menos un 33% o una dependencia severa.
Con la hipoteca inversa, los propietarios pueden conseguir un dinero con el que complementar su pensión sin tener que preocuparse por devolverlo o por perder su vivienda, que seguirá siendo suya aunque la hipotequen.
No obstante, antes de contratar este tipo de préstamos, es importante tener en cuenta que las cantidades que se pueden obtener no son tan altas como para poder vivir solo con ellas y que, en caso de que nos arrepintamos y queramos vender la vivienda hipotecada, tendremos que saldar la deuda que hemos contraído con el banco.
Además, al contratar una hipoteca inversa se corre el riesgo de que los herederos puedan perder la vivienda si no pueden pagar la deuda pendiente y de que el banco pueda embargar otros bienes de la herencia para poder pagar por el préstamo. Por eso, antes de contratar estos productos debemos estar seguros de que no queremos vender el inmueble y de que nuestros herederos, llegado el momento, podrán pagar la deuda al banco.