Santiago Segura, José Mota y Luis Álvarez compran el castillo de Pedraza: los detalles
Santiago Segura, José Mota y Luis Álvarez han comprado el castillo de Pedraza por casi cinco millones de euros
Entre sus planes, está acoger el concierto de La Noche de las Velas de Pedraza, así como distintos rodajes
El pueblo mejor situado en España para viajar desde cualquier punto de la península
El castillo de Pedraza es una pieza arquitectónica exclusiva que actualmente ofrece la posilibidad de convertirse en el lugar idóneo para albergar distintos eventos, presentaciones o bodas en un ambiente medieval rodeado de naturaleza, de cultura, de arte y de historia. En las últimas horas, se ha conocido que la fortaleza que anteriormente perteneció al pintor Ignacio Zuloaga ha sido adquirida por dos famosos actores del panorama nacional, así como el precio que ambos, junto a otro comprador, han desembolsado.
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Santiago Segura y José Mota compran el castillo de Pedraza
Santiago Segura y José Mota han sido los que, junto a Luis Álvarez, productor de espectáculos y director del Gran Teatro Caixabank Príncipe Pío, han comprado el Castillo de Pedraza, tal y como ha anunciado ‘El Confidencial’. Desde hace varios meses, la propiedad se encontraba a la venta por un precio de 5 millones de euros aunque finalmente se habría rebajado hasta 4,8 millones de euros, dinero que todos ellos habrían pagado para convertirse en sus dueños.
Ahora, tras haberlo adquirido los intérpretes, su intención sería que acogiera el concierto que se celebra todos los meses de julio con motivo de La Noche de las Velas de Pedraza, evento anual que ilumina con miles de velas las calles del pueblo segoviano. También albergará los distintos rodajes que quien incluir en las escenas de sus proyectos el tan aclamado castillo, el cual de ahora en adelante se podrá visitar en su totalidad según han asegurado los compradores al citado medio.
Las características de la fortaleza
El castillo, del siglo XIII, es uno de los más antiguos de España y Europa por cuyas dependencias se han paseado desde Abderramán III a los reyes de Castilla y León. En el siglo XV, tuvo que ser reconstruido por García Herrera y, después de pertenecer a diversas personas, terminó en 1926 en manos de Ignacio Zuloaga. El lugar se convirtió en el taller personal del artista del País Vasco y, aunque cuando murió su familia lo convirtió en un museo, finalmente decidieron deshacerse de la fortaleza hace cuatro meses tras el fallecimiento de la heredera.
Del mismo modo, entre los planes para la emblemática alcazaba estaría su reforma, que aumentaría sus departamentos a ocho de entre 80 y 200 metros cuadrados. A día de hoy, cuenta con más de 680 metros cuadrados habitables con una piscina, cuatro baños y seis habitaciones, y sus alrededores, con 50 mil metros cuadrados.