Cuatro maneras de conservar tu segunda residencia cuando la jubilación aprieta
Estás a punto de vender tu casa de la playa porque te agobian los gastos que conlleva. Tranquilo, hay opciones para que puedas mantener tu paraíso e incluso generar nuevos ingresos
La heredaste o la compraste en un momento de precios bajos. Y llevas años disfrutándola y también manteniéndola; es decir, pagando su hipoteca (si tuviste que meterte en una) y todos los gastos e impuestos habituales: cuota de comunidad, Impuesto de Bienes Inmuebles, seguros, consumos y mantenimiento de luz y agua… Nos referimos a tu segunda residencia. Hasta ahora, has podido hacer frente al desembolso sin problemas, pero, de pronto, en plena jubilación, esta 'fuga de capitales' pesa como una losa en la economía mensual. Hay que elegir: ¿vender o mantener? Si aún no estás preparado para vender, te ofrecemos algunas opciones para conservar tu segunda residencia.
Alquiler de larga duración
Tu casa puede convertirse en una vivienda permanente para otras personas. En este caso estamos hablando de alquiler como vivienda permanente. Como ventaja, vas a percibir ingresos extras mes a mes conservando tu propiedad. Como inconveniente, tienes que elegir cuidadosamente el perfil de los arrendados. Les estás dejando tu casa y puede haber alguna sorpresa desagradable, en forma de desperfectos o (peor) de impagos. En este sentido, es recomendable explorar la vía de compañías de 'alquiler seguro' que te garantizan el cobro de la mensualidad a cambio de rebajar ligeramente la cuantía del alquiler.
Alquiler vacacional
Si tu casa está en un destino turístico o en una ubicación atractiva, puedes optar por el alquiler vacacional. En este caso es importante asumir que al tratar con más inquilinos, incrementamos los riesgos. A cambio, nos hacemos con unos ingresos bastante considerables, sobre todo si alquilamos en verano, la época de mayor demanda. El alquiler vacacional no impide que disfrutemos de nuestra casa de la playa: podemos reservarnos un tiempo para nosotros y dejarla en alquiler el resto del verano o del año (eso sí, con otros precios).
Fiscalidad de los alquileres
A efectos fiscales la rentabilidad de la vivienda de alquiler se calcula sumando lo que se ingresa y restando los gastos; entre ellos, impuestos (IBI o tasa de basuras, por ejemplo), gastos de comunidad e incluso los intereses de la hipoteca, si la hubiera. Esta cifra sería también el beneficio neto de tu alquiler. Sobre este resultado se aplicará, además, una reducción del 60%. La cantidad restante será la que se sume a tus ingresos en la declaración de la renta. Esos son los impuestos que pagarás por alquilar tu casa. Aunque dependa de la zona de España, los alquileres tienen una rentabilidad media del 5%, así que compensa el alquiler, pese a que tribute en Hacienda.
Nuda propiedad también en las segundas residencias
Seguro que ya sabes lo que es la nuda propiedad: la opción de vender una propiedad inmobiliaria, percibiendo, por tanto, un importe mientras se conserva el usufructo. Es decir, podemos seguir viviendo en ella. La nuda propiedad es una opción más que interesante cuando queremos disfrutar de nuestra casa de vacaciones o, aún mejor si andamos cortos de dinero, realquilarla. En este caso, la operación sería doblemente favorable para nosotros: ganamos por la venta y por el alquiler.
Casas de cine o de anuncio
¿Recuerdas la casa de 'Los otros' en la que Nicole Kidman cuidaba a sus hijos o el fabuloso ático de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'? Son casas reales con una segunda vida como localizaciones para el rodaje de películas o anuncios. Los beneficios económicos están en función de la duración del rodaje, producción y las características de la casa. En general, se pueden llegar a pagar desde 1.000 hasta 4.000 euros al día dependiendo del rodaje. Una producción de cine o de televisión requiere grandes espacios porque suelen incluir grandes equipos, mientras que una sesión fotográfica no necesita muchos metros.
Discovery2, Channel 1, TuLocalización.com, Fourooms o Espaciosmascreativos.com son algunas de las empresas que se dedican a localización de espacios para el cine y la televisión. La inscripción a su base de datos suele ser gratuita; únicamente hay que enviar fotografías de la propiedad e información técnica de metros cuadrados y localización. Además de viviendas, estas empresas también buscan otros espacios como comercios, naves industriales, locales, garajes, restaurantes e inclusos oficinas.
Si no te salen las cuentas, vende
Cuando después de ver todas las opciones las cuentas no te salen, ha llegado la hora de vender. Como en cualquier otra transacción inmobiliaria, la venta del piso está gravada en el IRPF por la ganancia patrimonial y también con el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IVTNU), más conocida como la Plusvalía Municipal. A estos impuestos habrá que sumar otros gastos como los del notario y de registro, si la casa tenía una hipoteca y todavía no has terminado de pagarla. Además, también tendrá que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles la persona que sea dueño de la casa a 1 de enero.
Excepciones fiscales
Por fortuna, existen algunas excepciones fiscales por la venta de viviendas. Si tienes más de 65 años en el momento que vendes tu segunda residencia, puedes evitar el pago de impuestos si usas ese dinero para contratar un seguro de renta vitalicia, un producto financiero por el que, tras una primera aportación, podrás percibir con la periodicidad que quieras una renta que complete tus ingresos.