¿Cuáles son las ciudades españolas en las que es más rentable alquilar que comprar un piso?

El precio del alquiler es uno de los grandes problemas de nuestro país. Actualmente, se calcula que aproximadamente un 41% de la población española destina más del 30% de su renta a este concepto, a pesar de las recomendaciones que señalan que lo ideal es que no se sobrepase nunca este porcentaje.

Si bien la crisis del coronavirus provocó una caída generalizada en los precios del mercado, hoy en día esta tendencia ya ha comenzado a revertirse, y se espera que en los próximos años recupere los niveles previos a la pandemia. De acuerdo a un reciente estudio elaborado por el portal Idealista, la inflación, que en pasado mes de diciembre se situó en un 6,7% según el indicador avanzado del índice de precios de consumo, ha provocado un encarecimiento de unos 550 euros en el precio de los alquileres firmados en el mes de diciembre, pasando de 680 a 726 euros mensuales para un piso mediano.

Este incremento no es, por supuesto, el único que ha experimentado el mercado. Y tampoco será el último. Según un reciente estudio elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa, el precio acumulativo del alquiler en España es ahora un 41% más caro que en los últimos cinco años, y un 32% más alto que hace una década. De acuerdo a estos datos, los españoles que en 2016 tenían que pagar una media de 592 euros mensuales por el alquiler de una vivienda de 80 metros cuadrados, hoy tendrían que pagar en torno a 835 euros al mes de media.

Las ciudades en las que es mejor alquilar que comprar

Con estas cifras, es natural que muchos se pregunten si resulta más recomendable alquilar una vivienda que comprarla, y esto es precisamente lo que trata de responder un estudio publicado el pasado mes de noviembre por la tasadora UVE Valoraciones en el que se analizan los precios de los 107 municipios con más población del país.

Para elaborar este documento, UVE Valoraciones ha calculado la cuota hipotecaria que correspondería a un crédito del 80% del valor de la oferta con duración de 24,58 años y un tipo de interés del 1,52%, tomando como referencia el valor de junio publicado por la Asociación Hipotecaria Española y los precios del portal inmobiliario Idealista en cuanto a la oferta en venta y alquiler.

Con estos datos, la tasadora ha establecido que una cuota superior al 85%, porcentaje resultante de dividir la cuota hipotecaria unitaria por el alquiler unitario, es un indicador bastante fiable de que en ese municipio resulta más recomendable alquilar que vender, mientras que una cuota comprendida entre el 85% y el 75% merecería ser estudiada para cada caso. Por debajo del 75%, en cambio, resultaría siempre más recomendable comprar que alquilar una vivienda.

De acuerdo a estas medidas, la tasadora ha establecido que solo en once ciudades de nuestro país resulta más recomendable, hoy en día, alquilar un piso que comprarlo. Estas son: San Sebastián (110,2%); Getxo (Vizcaya) con el 98,7%; Sant Cugat del Vallès (Barcelona) con el 95,6%; Marbella (Málaga), con el 92,2%; Palma de Mallorca (90,1%); Alcobendas (89,6%), Majadahonda (88,9%) y Pozuelo de Alarcón (88,3%), en Madrid; Barcelona (87,8%); La Coruña (87%) y Santiago de Compostela (85,2%).

Asimismo, considera que habría que estudiar cada caso individual en las siguientes ciudades: Fuengirola (Málaga), con el 83,8%; Orihuela (Alicante), con el 83,8%; Rivas-Vaciamadrid (Madrid), con el 83,3%; Madrid (83,3%); Cádiz (82,1%), Estepona (Málaga), con el 81,9% ; Ourense (80,6%) y Bilbao (80,4%), Pamplona (79,7%), Pontevedra (79,4%), Gerona (78,8%), Vitoria (78,5%), Mijas (Málaga), con el 78,3 %; Vélez-Málaga (Málaga), con el 77,4%; Torrevieja (75,5%) y Benidorm (75,5%) en Alicante; y Las Rozas de Madrid (75,2%).

Pese a todo, el estudio señala que la poca oferta de alquiler en algunas ciudades puede provocar que esta situación cambie con el tiempo. Además, recuerda que el principal obstáculo para quien compra por vez primera una vivienda es la necesidad de tener ahorrado en torno al 31% o 32% del precio de compra de la vivienda para hacer frente a los gastos asociados a la compra y financiar la parte no incluida en la hipoteca (por lo general, las hipotecas solo cubren hasta el 80% del precio de la vivienda), un problema que, sobre todo, afecta a los jóvenes.