Habías tomado la decisión de comprarte casa cuando la pandemia se interpuso en tus planes. Pero, tras dos meses de confinamiento extremo, la desescalada ha comenzado, permitiendo que muchos sectores retomen su actividad, entre ellos el inmobiliario. Es decir, puedes seguir buscando casa, pero tendrás que elegirla bajo estrictas medidas de seguridad e higiene y con un contexto financiero distinto al que habías imaginado. La buena noticia es que no tiene por qué ser un mal momento.
¿Has echado en falta tener terraza, un jardín, menos tráfico, otra habitación para poder teletrabajar a gusto o dedicarte a tus nuevas aficiones…? Las semanas de confinamiento han contribuido a que numerosos inquilinos refuercen la idea de que la casa donde residen no satisface sus necesidades, y den el paso a adquirir una nueva vivienda que sí las cumpla. Tal y como muestran los datos del Índice de Confianza del Consumidor realizado por el CIS (Centro de investigaciones Sociológicas), correspondientes al mes de abril de 2020, el 9% de los españoles estaría planteándose dar este paso, especialmente los jóvenes de entre 25 y 34 años y los residentes en municipios grandes.
Esta intención de compra, que apenas ha variado respecto a comienzos de año (en enero y febrero también había un 9% de interesados en comprar), se corresponde con un contexto de compraventa marcado por las buenas oportunidades en el ámbito residencial. Antes de que se extendiese la pandemia, el precio medio de la vivienda había cerrado 2019 con un incremento interanual del 4%, según datos de Solvia Market View, la inmobiliaria del Banco Sabadell. Ahora, tras dos meses con una actividad menor, se está comenzando a observar un ajuste de precios en la oferta de inmuebles, una tendencia que, según las últimas previsiones podría mantenerse a lo largo de este año. Así lo percibe también el 45% de la población española, de acuerdo a las cifras de abril del CIS, un porcentaje muy superior a la percepción de marzo (29%) o de primeros de año (16% en febrero y 13% en enero).
Las fases de compra de una vivienda no han cambiado, pero el Covid 19 y sus medidas de contención han obligado al sector inmobiliario a reinventarse e introducir cambios en el proceso de compraventa. Según los expertos de Solvia, estas son las cuestiones que tendrán que tener en cuenta los próximos meses, si quieres adquirir una vivienda.
En principio, la fórmula de siempre es la que sigue funcionando: ahorros + financiación. Si se está seguro de que es viable comprar, habrá que calcular con qué ahorros se dispone para adquirir el inmueble, sobre todo, para la entrada y para los gastos de compraventa. Si se va a pedir una hipoteca, también hay que calcular la cantidad máxima que financiará la entidad bancaria, normalmente se corresponderá con el 80% del precio del inmueble a adquirir. Aunque en este último caso no se sabrá a ciencia cierta la financiación ni las condiciones hasta no tener una vivienda identificada, sí es posible que previamente ofrezcan un marco de referencia sobre el que operar. También existen algunos otros cálculos rápidos para establecer un presupuesto, como, por ejemplo, multiplicar por cuatro los ingresos brutos anuales familiares. El resultado será el capital disponible.
Ahora que hay que extremar medidas de distanciamiento social, las consultas telemáticas se imponen. Ya es posible enviar una solicitud online para saber si el banco concedería la hipoteca o hablar en remoto con los gestores de hipotecas para una orientación. La oferta ahora mismo es más o menos similar en casi todas las entidades: el interés de los préstamos hipotecarios a tipo fijo llega hasta el 1,5% y el de los variables al 0,9% más el euríbor, actualmente en negativo. Lo que cambiará en la oferta serán los productos vinculados, como, por ejemplo, los seguros.
Es importante tener en cuenta nuestra estabilidad laboral a corto y medio plazo. Analizar los factores externos relacionados con el mercado es importante, pero la clave para saber si es buen momento para comprar es examinar el contexto económico particular. Nos encontramos en un momento de incertidumbre en el que los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo o las reducciones de jornada y de sueldo son habituales. Es necesario valorar la estabilidad de la situación laboral personal para los próximos meses.
Valora también las nuevas necesidades habitacionales que te ha traído el confinamiento. Si algo han demostrado estas semanas es que hay muchas necesidades que antes estaban en un segundo plano - por detrás de características como los metros cuadrados, la altura, ubicación en zonas céntricas o contar con piscina comunitaria-, y que ahora han subido enteros: espacios abiertos, zonas exteriores como terraza o balcones, luz natural, eficiencia energética, materiales de construcción libres de tóxicos… Además, durante esta parte del proceso, y gracias a las oportunidades que trae el teletrabajo, también conviene ampliar el abanico de búsqueda a las zonas periféricas, donde es posible dar con todas estas características a un precio más asequible.
Antes de concertar una visita, nada mejor que realizar una investigación virtual previa. El sector ya disponía de muchas herramientas virtuales: planos 3D, tours virtuales, vídeos… Ahora todo eso es útil para evitar desplazamientos innecesarios y exponerse lo menos posible al virus. También es importante que nos ajustemos a nuestro presupuesto, confirmar que se ajusta a nuestras necesidades y, cada vez más importante, evaluar previamente el barrio donde se ubica, teniendo en cuenta aspectos como la disponibilidad de centros sanitarios, colegios, comercios, supermercados, restaurantes, parques, transporte público y tráfico, entre otras variables.
Es fundamental respetar las medidas de higiene y distanciamiento social. Es probable que se tengan que visitar numerosos inmuebles antes de descantarse por el definitivo. Por este motivo, será fundamental ser cuidadosos con las medidas de seguridad impuestas y aprovechar al máximo cada visita, fijándose bien en los aspectos más importantes: orientación, aislamiento, posibles humedades, estado de conservación, instalaciones, consumo energético o antigüedad. Si al final hemos dado con 'nuestra' casa, tenemos que obtener la nota simple de la vivienda, un certificado por parte de la comunidad de propietarios que acredite que el vendedor está al corriente de pago, el estado de cargas del inmueble, los últimos recibos de agua, luz y gas, o el certificado de eficiencia energética. Todos ellos pueden conseguirse de forma online. A partir de ahí, podrás comenzar la aventura de vivir en tu nueva casa.