La productividad laboral es básica y más que necesaria para lograr el éxito en cualquier campo profesional y más en los tiempos que corren. Cuando somos más productivos, podemos hacer más tareas en menos tiempo, lo que nos permite alcanzar nuestros objetivos y tener un mejor equilibrio entre nuestra vida laboral y personal.
La productividad en el trabajo se ha convertido en un auténtico desafío en muchos puestos, la lista de tareas pendientes crece cada hora, llamadas, reuniones, avisos constantes de nuevos correos electrónicos y la tentación continua de consultar las últimas novedades de las redes sociales o de compartir los comentarios que escuchamos. Son muchos los motivos por los que podemos distraernos y para evitarlo existe el Método Pomodoro.
El italiano Francesco Cirillo desarrolló esta técnica a principios de los años 80, de ahí que se utilice para su denominación una palabra italiana, pomodoro, que significa tomate. Con este término, Cirillo hace referencia al reloj de cocina con forma de tomate que utilizó en sus primeros ensayos con el método de gestión de tiempo.
¿En qué consiste?
El Método Pomodoro es un método de gestión de tiempo en la que las tareas se dividen en unidades de 25 minutos. La realización de descansos regulares entre los intervalos de trabajo tiene un impacto positivo sobre la capacidad de rendimiento mental y permite mantener la concentración incluso durante varias horas. Esta técnica ayuda a:
Mejorar productividad personal.
Evitar a toda costa la multitarea.
Tener rutinas semanales que nos ayudan a estructurar y finalizar con éxito objetivos de corto plazo.
Tener rutinas diarias que ayudan a distribuir correctamente el horario de trabajo.
Sentimiento de urgencia que nos ayuda a motivar la acción efectiva.
La productividad es muy necesaria en el trabajouppers.es
Realiza una lista de tus tareas pendientes y consigue un temporizador.
Configura el temporizador 25 minutos y concéntrate en una sola tarea hasta que el conteo llegue a su fin.
Cuando termine la sesión, marca tu primer pomodoro y regístralo como completado. Ahora, puedes descansar 5 minutos.
Cuando hayas completado cuatro pomodoros, podrás tomar un descanso más largo, de entre 15 a 30 minutos.
Si bien los intervalos de trabajo de 25 minutos son el núcleo de el Método Pomodoro, esta también se compone por algunas reglas para aprovechar al máximo cada sesión:
Desglosar proyectos complejos. Si una tarea requiere de más de cuatro pomodoros para completarse, entonces debes dividir la actividad en pasos más pequeños.
Las tareas pequeñas van juntas. Cualquier actividad que requiera menos de un pomodoro puede combinarse con otras tareas simples.
Una vez establecido un pomodoro, no puede romperse. Para que la técnica Pomodoro funcione no debe haber ninguna interrupción ni distracción. Cualquier actividad, idea o tarea que surja debe tomarse en consideración para volver a ella más tarde.
Si una interrupción es inevitable, entonces toma un descanso de 5 minutos y comienza de nuevo. De igual forma, puedes hacer un seguimiento de tus interrupciones a medida que ocurren, para reflexionar cómo evitarlas en tu próxima sesión.
¿Por qué es eficaz?
Hace que sea fácil comenzar. Los estudios científicos han demostrado que la procrastinación tiene poco que ver con la pereza o la falta de autocontrol. Más bien, postergamos las cosas para evitar los sentimientos negativos. Es incómodo hacerle frente a una tarea o un proyecto muy grande o a algo que quizás no sabes bien cómo hacer o que te genere mucha incertidumbre.
Combate las distracciones. Si alguna vez te han interrumpido cuando estabas en medio de una tarea, sabes lo difícil que puede ser recuperar la concentración. Sin embargo, el flujo constante de información que llega a través de emails, chats de equipo y notificaciones de las redes sociales exige nuestra atención cada vez más. No es solo el tiempo que pierdes con la distracción en sí, sino también el tiempo y energía que necesitas para recuperar tu atención. Después de cambiar de actividad, nuestra mente puede quedarse rumiando la tarea anterior por más de 20 minutos hasta que logras recuperar la concentración inicial. El Método Pomodoro te ayuda a resistir todas esas autointerrupciones y vuelve a entrenar tu cerebro para que mantenga la concentración.
Cobra conciencia de adónde va tu tiempo. El Método Pomodoro puede ser un arma valiosa contra la falacia de la planificación. Cuando comienzas a trabajar en sesiones cortas y cronometradas, el tiempo ya no es un concepto abstracto sino un evento concreto.