Las cinco claves de la OCU para saber si una pescadería es de fiar
La Agencia Española para la Seguridad Alimentaria (Aesan) aconseja consumir entre tres y cuatro raciones de pescado por semana
Las pescaderías deben ofrecer al consumidor el pescado en perfecto estado de conservación y bien etiquetado
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La Agencia Española para la Seguridad Alimentaria (Aesan) aconseja entre tres y cuatro raciones de pescado por semana, pues es un alimento rico en grasas saludables, en minerales como el yodo, el selenio y el calcio, y en vitamina A y D. Miles de estudios han probado que tiene múltiples beneficios para la salud física y emocional.
Aunque se recomienda comerlo de manera asidua, lo cierto es que el volumen de pescado consumido en los hogares españoles fue, en 2022, el más bajo de toda la historia. Desde 2008 se ha reducido un 32,8%, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En 2022, el consumo de pescado en España fue de 19,9 kilogramos por persona y año, frente a los 22,72 kg de 2021. Precisamente, el principal causante de este descenso ha sido precio; en los últimos años el pescado no ha dejado de subir (un 6,7 % solo en 2023) y son muchas las familias que han dejado de consumirlo de forma habitual.
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Además, a la hora de comprarlo siempre han surgido muchas dudas sobre si se trata de pescado fresco o nos están dando gato por liebre. La clave para consumir un pescado rico y totalmente fresco está encontrar una pescadería de confianza. Precisamente para eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado cinco claves para saber si una pescadería es de fiar o no.
Claves para escoger una buena pescadería, según la OCU
Las pescaderías deben ofrecer al consumidor el pescado en perfecto estado de conservación y bien etiquetado. Además de mantener todo el pescado y marisco fresco y en condiciones óptimas para el consumo. Según la OCU las claves para que una pescadería sea de fiar son:
- Es un buen signo que el pescado esté envuelto por hielo o, al menos, que esté sobre una base de hielo. Para una óptima conservación es fundamental que el producto se mantenga refrigerado, precisamente por eso, y al estar en el exterior y expuesto para que lo podamos ver bien, debe estar conservado con mucho hielo.
- En la pescadería no debe haber grandes montones de pescado. En la cantidad de pescado expuesta también está la clave. Hay que fijarse en que no haya una cantidad desmedida del producto en el mostrados. Debe haber el producto justo para que podamos escoger el que comprar. Lo correcto es que se mantenga refrigerado en el interior y a medida que dan salida el género exponer nuevo producto, para evitar que se estropee.
- Se debe colocar en cajas, sobre una superficie inclinada, para permitir la salida de líquidos. La colocación de las cajas del pescado puede parecer una tontería, pero también es importante tenerla en cuenta y suele ser de las cosas en las que menos nos fijamos. De ello depende que no se acumule líquido alrededor del pescado. Lo ideal es que el pescado esté en cajas, sobre una superficie inclinada, para que el líquido pueda salir. Si se colocan en horizontal, el hielo que va derritiéndose se acumula en la base y crea un líquido que puede echar a perder el pescado antes de tiempo.
- Las fuentes de calor, como unos focos de luz dirigidos al pescado, no facilitan la conservación. La temperatura del pescado es fundamental, precisamente por eso los focos cuanto más alejados del pescado, mejor que mejor.
- No es una buena práctica que se riegue o pulverice el pescado con agua. Muchas pescaderías tienen pulverizadores automáticos que, cada cierto tiempo, echan una ligera bruma sobre los peces. De acuerdo con la OCU, esto puede enmascarar la falta de frescura del pescado, pues “gracias al agua el pescado brilla más y no parece reseco”, aseguran.