Los lithops, también llamados 'cactus piedra del desierto' o 'piedras vivas', son en realidad todo un género de plantas espectaculares con más de 100 especies originarias de la zona sur de África. Son muy populares en jardinería por su aspecto único, que las hace parecer piedras cuando no tienen flor. “Son plantas de cuerpo cónico con la superficie plana, y cuentan con solo dos hojas unidas en su base, con una fisura entre las dos que es de donde aparecen las nuevas hojas, que sustituirán a las anteriores, y la flor. Sus colores pueden variar bastante, y van del verde al rosáceo, como el que presenta el Lithops karasmontana, o el naranja del Lithops lesliei”, aseguran desde el portal Ecología Verde.
Se caracterizan por ser plantas muy resistentes que se adaptan muy fácilmente a los climas calurosos y secos, perfectas tanto para interior como exterior. La floración de la planta es de lo más peculiar pues lo hace en otoño, producen una única flor, nocturna y con forma de margarita, tan grande que llega a ocultar casi por completo el resto de la planta. “Los cactus en general son plantas de crecimiento muy lento, por lo que es habitual que tarden varios años en dar su primera flor”, aseguran desde Ecología Verde.
Se caracterizan por tener dos hojas carnosas curvas que recubren toda su base. Esta parte de la planta cuenta con múltiples cavidades pequeñas que permiten que le entre la luz necesaria para realizar el proceso de fotosíntesis. En el centro de este vegetal se localiza una abertura que separa a esos dos elementos. Además, en esta zona se presenta el nacimiento de las nuevas hojas que reemplazan a las que ya están marchitas.
Consejos para el cuidado de los lithops
No requieren de cuidados muy especiales y se adaptan con facilidad al calor tanto en interiores como en exteriores, no obstante, en bueno tener en cuenta algunos puntos básicos para que tengan una buena floración y duren mucho tiempo.
Luz. Esto es una de las primeras cosas que deben tenerse claras a la hora de hacerse con una de estas plantas, pues necesitan gran cantidad de luz solar para estar felices. Los expertos recomiendan exponer esta planta a 5 horas de luz directa diaria y ubicarla en un lugar de sombra parcial por las tardes. Es una planta perfecta para temperaturas de hasta 35º y que no aguanta nada bien las heladas ni las temperaturas inferiores a 10º.
Riego. Otro dato importante, pues la necesidad de agua dependerá de la época del año. Entrado el otoño requieren que se realice siempre que la tierra esté seca para que la flor pueda crecer en buenas condiciones. En primavera, se tiene que realizar un riego ligero solo después de haber quitado las hojas marchitas con la finalidad de empezar a estimular la nueva etapa de crecimiento. Durante el verano el riego debe ser nulo, pues es el período en el que la planta estanca su crecimiento y busca total sequedad. Asimismo, en el invierno tampoco corresponde regar porque las nuevas hojas beben el agua de las anteriores y no necesitan ningún recurso extra.
Sustrato. Esta es una planta fuerte y muy adaptada a tierras áridas, así que habitualmente no precisará de abono en su tierra. Un sustrato universal o para plantas crasas será más que suficiente en la gran mayoría de los casos.
Trasplante. Estas plantas tienen un crecimiento lento, se recomienda trasplantar los cactus piedra cada tres años y no antes, ya que el crecimiento de esta planta no es excesivo. El trasplante debe llevarse a cabo en primavera, igualmente, el primer trasplante solo se puede efectuar cuando las raíces estén totalmente maduras. Este procedimiento solo es necesario cuando el suelo necesita un cambio urgente o la planta requiere ser acomodada en un tiesto más grande.