Según los expertos, una persona adulta debe dormir entre siete y nueve horas cada noche para poder obtener un sueño reparador y no producir una disminución cognitiva ni afectar al estado de ánimo o comportamiento. Sin embargo, son muchas las ocasiones en las que, a pesar de haber pasado en la cama las horas establecidas por los investigadores, nos levantamos igual o incluso más cansados que antes de cerrar los ojos tras haber experimentado un sueño no reparador.
El sueño no reparador, que no recarga ni el cuerpo ni el cerebro lo suficiente, puede ocurrir como consecuencia de un problema médico como el síndrome de piernas inquietas, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica o el COVID prolongado en los últimos años. También puede deberse a la hipersomnia, la apnea del sueño o la narcolepsia, que aunque provocan una fatiga excesiva durante el día pueden obtener un tratamiento. Por eso, en primer lugar es importante acudir a un especialista médico si el sueño altera la vida diaria.
A pesar de ello, existen muchos individuos que tras dormir las horas indicadas se sienten cansadas sin ninguna causa médica subyacente clara, razón por la que podría estar relacionado con los ciclos de sueño, cuatro o seis según cada persona y con cuatro etapas diferentes cada uno de ellos, siendo el final de cada uno el que marca la calidad del sueño y por ende, la recuperación cognitiva. Así, el breve “microdespertar” durante la noche u otros factores como el estrés crónico, la ansiedad, el dolor, la disfunción del sistema nervioso, el estilo de vida, el ruido de fondo y la luz ambiental interfieren y dañan el resultado.
Lo primero, es necesario asegurarse de dormir lo suficiente. Según Sonja Schuetz, especialista en medicina del sueño en la Universidad de Michigan, para comprobar si has descansado bien solo tienes que, en tu día libre, poner el despertador y ver a qué hora te levantas sin él. Si durmieras hasta tarde, tu cuerpo indica que necesitas recuperar sueño.
Del mismo modo, hay algunos medicamentos que provocan aturdimiento matutino y empeoran la sensación de un sueño no reparador. Para hacer frente a este último, también cobra especial relevancia llevar a cabo los consejos de los especialistas: limitar el consumo de cafeína y alcohol, no hacer uso del móvil antes de dormir, intentar despertarse a horas constantes y dormir en una habitación oscura y tranquila.