El pelo encrespado es imposible de evitar, independientemente del tipo de cabello que tengas, más o menos corto, largo, rizando, ondulado, liso… Nadie se libra, afecta a hombres y mujeres y a todos nos saca de quicio por igual, pero hay trucos que pueden ayudarnos a domarlo y reducir su aparición, aunque es algo difícil de controlar. Conseguir el equilibrio óptimo de humedad que necesita el cabello puede resultar realmente complicado. Por este motivo, el cabello deshidratado o con cutícula dañada acostumbran a ser los más afectados.
Con la llegada del buen tiempo, el sol, la sal y el cloro se convierten en algunos de los principales enemigos del pelo, que, si no recibe los cuidados necesarios, adopta un aspecto reseco, electrizado y descontrolado, lo que conocemos como encrespamiento. ¿Cuáles son estos cuidados? Los expertos de abril et nature, especialistas en cosmética natural, hacen las siguientes recomendaciones.
El agua caliente tiende a generar vapor, lo que hace que el cabello se encrespe en más medida. Cuando hablamos de agua fría, no nos referimos a agua congelada, puede ser templada. En cualquier caso, y siempre que lo aguantes, terminar el aclarado con agua fría ayudará a cerrar la cutícula y a dar brillo.
Si eres de los que coges el primer champú que ves en la estantería del súper, sé un poco más selectivo. El champú que utilizas juega un papel muy importante a la hora de evitar el descontrol que provoca el encrespamiento en el pelo. Por tanto, escoge el que sea más adecuado según el tipo de cabello y la necesidad que disponga. Esto, evitará problemas de cualquier tipo a la vez que permitirá mejorar la salud capilar, dando como resultado un pelo hidratado, nutrido, sano y con brillo.
Para que el cabello pueda retener la humedad que necesita, es importante que uses el producto más adecuado a tu tipo de pelo después de cada lavado. Un buen tratamiento será indispensable para hidratar el cabello y disminuir las probabilidades de encrespamiento. Los expertos recomiendan hacer uso de champú y mascarilla en cada lavado. Si no dispones de tiempo a diario, ya que la mascarilla requiere un tiempo de exposición y más tiempo de aclarado, prueba a hacerlo una vez a la semana de esta manera: aplica la mascarilla en el cabello seco durante media hora y luego lávate el pelo. Si no tienes mucho volumen, la aplicación de la mascarilla debe ser siempre de medios a puntas, y no es necesaria mucha cantidad.
Una de las acciones más recurrentes y menos indicadas cuando tenemos la toalla puesta sobre la cabeza, es frotarla bruscamente contra el cabello húmedo pensando que así aceleraremos el secado. Sin duda, un gran error. Lo que conseguimos con esta mala dinámica es cargar nuestro pelo de electricidad y propiciar el encrespado. Además, el pelo mojado es muy delicado y corremos el resigo de romper las fibras.Para ello, te recomendamos no dejar la toalla puesta mientras el pelo se seca. Hay que frotarlo suavemente, y, a continuación, peinarlo para que no se rompa.
Cuando uses el secador, mantenlo a 20 centímetros de distancia de tu cabello y regúlalo a una temperatura media. Termina de secarlo con un golpe de aire frío, que ayuda a cerrar las escamas del pelo y a evitar el encrespado. El calor directo de estos productos deshidrata el pelo, y si el pelo está deshidratado, tiende a retener la humedad del ambiente y a expandirse sin control. Por este motivo, es preferible usarlos solo una vez a la semana y aplicar previamente un protector térmico o bien un sérum.
La fricción al cepillar es conocida como una de las grandes enemigas de nuestro cabello. Este efecto se genera cuando las cargas positivas y negativas de cada una de nuestras fibras capilares se desequilibran. Con esto, el cabello se eriza y aparece el efecto 'pelo electrizado'.
Tómate tu tiempo, peina con suavidad y no lo hagas de manera brusca o enérgica. Si es posible, no te peines recurrentemente a lo largo de día. Hazlo antes de salir de casa y en todo caso retoca ligeramente en algún momento del día. Menos es más cuando hablamos de evitar el encrespamiento. Es mejor que utilices cepillos de cerdas naturales y estructura de madera, otros materiales como los metales y los plásticos empeoran el encrespamiento.
Una de las acciones más recurrentes, inconscientes y negativas, es tocarse mucho el pelo. Esto, hará que se encrespe en mayor medida, igual que el hecho de usar sombreros, gorras, o, la simple acción de sacarse la ropa por la cabeza. Intenta evitar también tics como tirarte levemente del pelo o tratar de desenredarlo con los dedos continuamente. Son gestos que pasan inadvertidos, pero que debilitan la salud capilar.