Emmanuel Macron, de 45 años, lleva seis como presidente de la República Francesa. Y dieciséis de matrimonio con Brigitte, de 70. En su momento la diferencia de 25 años que hay entre ellos fue todo un escándalo. También dieron mucho que hablar las circunstancias en las que se enamoraron, pues ella era la profesora de teatro del colegio donde estudiaba un Emmanuel quinceañero. Por entonces Brigitte tenía 39 años, estaba casada con un banquero de Amiens y era madre de tres niños. A pesar de tenerlo todo en contra, el amor terminó imponiéndose. Ahora la primera dama francesa se ha sincerado sobre su historia con Macron en una entrevista con 'Paris Match'.
Entre los secretos que ha desvelado destaca que pospuso la boda con Macron durante diez años “para no arruinarles la vida a mis hijos”, Tiphaine, Laurence y Sébastien, prácticamente de la edad de su marido. Laurence incluso fue compañera de clase del futuro presidente francés. “El único obstáculo eran mis hijos. (...) Puedes imaginar lo que estaban escuchando. Pero, por otro lado, no quería perderme mi vida", confiesa.
Según explica, “el romance floreció y provocó un escándalo en la localidad”, lo que hizo que los padres de Emmanuel decidieran enviarle a París. Brigitte pensó que el joven conocería a alguien allí de su edad y se olvidaría de su profesora, pero cuando él se despidió le espetó “¡No te desharás de mí, volveré y me casaré contigo!”. Y cumplió su palabra.
En un documental emitido por la televisión francesa se cuenta que Brigitte y Emmanuel mantuvieron el contacto, y que podían hablar por teléfono durante horas, mientras él estaba en la capital francesa. "No sé cómo habrían reaccionado ante nuestro matrimonio mis padres, que fueron modelo de fidelidad y buena educación”, admite la primera dama. La madre de Brigitte, Simone Trogneux, murió en 1996, a las puertas del escándalo.
Brigitte se divorció oficialmente de su marido André-Louis Auzière en el año 2006 y, un año más tarde, se casó con Emmanuel Macron. Hoy sigue admirando a su marido y asegura que aún se sorprende con su inteligencia y su memoria. “Nunca había visto semejante capacidad intelectual. Tuve muchos alumnos brillantes y ninguno tenía sus capacidades", dice. La pareja intenta llevar una vida lo más hogareña posible. "El único defecto de Emmanuel es ser más joven que yo…Si no hubiera elegido esto, me habría perdido de mucho en mi vida”, resumía en Elle hace unos años.