El colágeno es una de las proteínas clave en el envejecimiento de la piel, huesos, articulaciones y músculos. Es la proteína más abundante del cuerpo humano y actúa formando fibras para unir los tejidos. Desde el Ministerio de Sanidad, aseguran que el colágeno aporta la fuerza y elasticidad a varios órganos del tejido conectivo y se va renovando durante la vida.

La pérdida de colágeno conlleva a una disminución progresiva de la elasticidad y firmeza de la piel. Según el Dr. Manuel Vicente Leis, miembro del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), "entre los 25 y los 40 años se pierde un 1,5% del colágeno total". Para mitigar su pérdida se ha convertido en un componente esencial en la cosmética y suplementos. Pese a esta disminución de colágeno, "no es hasta los cuarenta cuando se empieza a perder 1% de colágeno cada año", por lo que una piel de 30 años no requiere necesariamente productos cosméticos pensados para combatir el envejecimiento. 

Las cremas con colágeno son uno de los productos más demandados actualmente en lo que a cosmética que refiere pues es uno de los activos anti-edad más eficaces en muchos tipos de piel. Las cremas con colágeno tienen como objetivo principal asegurar la resistencia de la piel y aportarle firmeza y elasticidad. Este tipo de cosméticos suelen añadir componentes hidratantes y regenerantes para dar aún más nutrición a la dermis y retrasar la aparición de arrugas y líneas de expresión.

Como decíamos, el colágeno es la proteína estructural más abundante que podemos encontrar en el cuerpo humano y es rica en aminoácidos, que son los que mantienen unidos a los huesos y demás tejidos. Desde La Roche Posay, aseguran que algunos de los beneficios del colágeno son: 

El principal uso del colágeno en cosmética es el de mejorar la resistencia del cutis y aportar firmeza mejorando su elasticidad, así que su principal acción es la de retrasar el envejecimiento de la piel. Aportar un extra de colágeno a nuestro organismo también puede aumentar la producción de otras proteínas que ayudan a dar estructura a la piel, como la elastina y la fibrilina.

El colágeno usado en cosmética es colágeno hidrolizado y es de origen animal, es decir, de las partes de los animales que tienen colágeno de manera natural, por ejemplo, huesos, pieles, escamas (colágeno marino) o tendones del cerdo, peces, vaca o pollo. Aunque también podemos encontrar colágeno de origen vegetal y con la misma eficacia.

Además de usos cosméticos, el colágeno se encuentra en los alimentos que consumimos y es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.